Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Paula Bonet: "El aborto espontáneo se vive en silencio porque sientes que tienes una tara o que es tu culpa"

"Cada mujer vive en su cubículo de tinieblas; si las compartimos podemos sanar, nombrarnos y hacernos grandes"

Paula Bonet, con una ilustración de 'Cuerpo de embarazada sin embrión'. noemí elias

P ¿Qué le supuso comenzar a identificarse como feminista?

R El feminismo no es una lucha de género, es una lucha de hombres y mujeres contra un sistema y somos muchos los que estamos despertando y arrastrando a otros y, aunque sea a muy largo plazo, podemos ser optimistas. El feminismo supone poder nombrar aquello contra lo que ya te rebelabas sin saberlo, siendo presa de mucha incomprensión. Yo siempre rechazaba las revistas de cotilleos y 'femeninas', me ponían muy nerviosa ver a familiares y amigas con ellas y no tenía argumentos.

Ahora sí, por fin hemos puesto palabras, aunque nos tendremos que inventar más porque aún nos faltan para nombrar lo femenino; hay cosas que siguen en la sombra. Ahora al menos vemos y podemos enfrentarnos a ese enemigo que antes estaba entre tinieblas. La escritora Rebecca Solnit en Los hombres me explican cosas lo cuenta muy bien.

P Los hombres me explican cosas... ¿"mansplaining"?

R Ahí se cree que se acuñó el término. En una fiesta un señor le preguntó a Solnit de qué iba su último libro y cuando se lo comenzó a explicar, el hombre le interrumpió para decirle que si le interesaba este tema debía leer un libro realmente importante. Le dijo el título y era el de Solnit. Que un señor que solo ha leído una reseña de un libro hable con más autoridad del tema que la autora del libro dice mucho sobre el machismo que habitamos. Estas cosas suelen ser más escurridizas, pero hay veces que se ven clarísimamente, como una mierda de elefante sobre la alfombra, y la puedes señalar.

P A veces no es tan evidente.

R No, hay micromachismos y también la desigualdad a lo bestia que no vemos. Sigue siendo doloroso, pero despertar al feminismo hace que veamos más la desiguladad y la podamos señalar, saber a qué atenernos y buscar las herramientas para combatirla.

P En su libro se define como 'huérfana de hijo'. ¿También faltan nombres para las pérdidas gestacionales?

R Estamos en un contexto en el que no se nos permite vivir un duelo por alguien que no ha nacido. No lo puedes nombrar. Yo tuve dos abortos espontáneos en un año. La primera vez formé parte del silencio colectivo y la segunda vez quise hablar.

P ¿Por qué?

R Ya no me daba la gana ocultar mi cuerpo de embarazada sin embrión, porque es mi cuerpo y cuenta mi historia. Tras el legrado había muchas cosas que no dependían de mí, pero la parte del silencio social, el duelo y nombrar lo femenino, sí. También lo hice porque pensé que muchas mujeres estaban en la misma situación que yo.

Cuando hacía La sed pensaba que las mujeres levantamos construcciones en las tinieblas. Luego he visto que estamos cada una en nuestro cubículo de tinieblas y que si éstas fueran compartidas podríamos sanarnos, nombrarnos y hacernos grandes.

P ¿Por qué se impone ese silencio ante este tema?

R Por la tara. Te venden que maternidad y feminidad son lo mismo. Tienes dos años y te dan un muñeco y empiezas a hacer de madre. Luego de lo primero que te preguntan es cuántos hijos vas a tener cuando, como dice Lina Meruane, la pregunta debería ser si quieres o no quieres ser madre. Tu pensamiento se configura sobre esa idea, maternidad y feminidad. Y primero viene el conflicto porque cuando tu cuerpo está mejor preparado para ello, el contexto económico casi ni te permite sustentarte a ti misma. Y cuando puedes planteártelo, ya eres demasiado vieja. Y cuando te has decidido y tienes una pérdida, pues... 'es que tengo una tara', piensas. Y si no tengo la tara, tengo la culpa.

P La culpa por no querer tener hijos; o por 'haberlo perdido' o por no poder tenerlos porque te has puesto 'demasiado tarde'.

R Te culpan a nivel social; te culpas tu a nivel individual (que si he viajado mucho, que si no me he cuidado...) y luego te culpan a nivel médico, porque hasta el tercer aborto no empiezan a hacer pruebas al hombre, hasta ese momento el foco no se pone en él.

P Si eres mujer en edad fértil y con pareja es inevitable que te hagan la pregunta: ¿Y tú para cuándo?'. ¿Hablar el tema de las pérdidas serviría para educar y sensibilizar a la sociedad y evitar preguntas inoportunas y/o dolorosas como esta?

R Sí. Mi hermana y yo salíamos de cuentas el mismo día. Un día estaba con ella y su hijo y un vecino me dijo que a mí se me iba a pasar el arroz. Fue tras el primer aborto y me callé, con el segundo hubiera contestado. Pero es que antes de pasar por dos abortos, yo era la primera que no sabía reaccionar, que le quitaba importancia...

P Su obra incluye un diario de la pérdida, 'Cuerpo de embarazada sin embrión', y un cuento que dibujó para su futura hija, 'Roedores'. ¿Por qué?

R Es un diálogo. Los dos libros cuentan lo mismo. En Cuerpo de embarazada sin embrión intenté evitarme la 'pornografía sentimental', por eso hay tantos silencios. Roedores lo dibujé durante la segunda gestación como un cuento infantil, pero después he visto que no lo es, es un reflejo de lo aterrorizada que estaba .

P Orna Donath con su libro 'Madres Arrepentidas' rompió la imagen de la maternidad idílica, ¿avanzamos rompiendo tabús?

R Yo me di cuenta de que llevo desde La Sed diciendo que admiro a referentes como Anne Sexton, que nombra tabús femeninos como la locura, la masturbación... y vi que yo acababa de tener una pérdida y no lo había nombrado y estaba siendo muy incoherente con mi discurso y con las autoras que a mí me sirven. Y pensé que yo podía servir a alguien. Y por eso hice aquel post en Instagram, mostrando mi cuerpo de embaraza sin embrión.

P Hace casi un año de ese 'post'. Desde entonces centenares de mujeres se le han acercado a contarle su experiencia sobre la maternidad o el aborto. ¿Cómo ve la situación ahora?

R Cuando lo publiqué pensé que era una suicida, creía que también me vendrían comentarios negativos y ataques en redes, como los que recibo cuando hago según qué comentarios feministas, como el que hice tras la sentencia de 'la manada' cuando dije que 'estamos rodeadas de violadores'.

Pero con este post de la pérdida no llegó nada negativo. Ahora con perspectiva veo más evidente que existe la necesidad de hablarlo, como también existe la sororidad. En este sentido veo una evolución, estamos más unidas, nos apoyamos más, nos queremos más.

P A partir de una edad, los logaritmos hacen que a las mujeres en internet nos aparezcan anuncios de pruebas de embarazo o clínicas de fertilidad... ¿Cómo encaja la maternidad en el sistema capitalista?

R La maternidad es una manera de controlar a las mujeres. Se ve por ejemplo en el libro de Neus Roig sobre el robo de bebés durante el franquismo, lo que hacían a las presas a través de sus hijos. Y ahora lo vemos llevado al extremo con los vientres de alquiler.

Compartir el artículo

stats