Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Este ?boom? igualará al anterior?"

Es difícil un boom de la dimensión del anterior, que pasará a la historia como un episodio supersingular. Devoró los ahorros de los hogares, los endeudó hasta las cejas. La compra de viviendas a crédito sigue cayendo.

¿Van a expulsarnos de nuestras ciudades?

España es el país menos prolífico del mundo, Madrid tiene la misma población que en 1970 y 350 mil viviendas más. Por tanto, hay un patrimonio desocupado o infrautilizado. El alquiler era raquítico y se ha disparado.

¿La economía derrota siempre a la ecología?

Como dice el gallego, depende. Si la economía da rienda suelta a los procesos especulativos y las burbujas, surgen conexiones terribles como el pelotazo inmobiliario, una creación sui géneris española. Este país consume sesenta millones de toneladas de cemento para cincuenta millones de hectáreas, a más de una tonelada por hectárea. Es una bestialidad.

Tras el diagnóstico, ¿cuál es la salida?

Lo llevo diciendo desde hace no sé cuánto, en mi libro sobre un modelo inmobiliario español que es un asilo de corrupción. Se necesita un pacto de Estado sin intereses mezquinos. No hay que hacer la revolución, basta con mirar por encima de los Pirineos. Parece que si no viene Eurovegas, estamos condenados a la penuria. Hay otras opciones.

¿Una renta universal sin necesidad de trabajar?

Está vinculada a un repunte de la conciencia social, porque si predomina la parasitaria, apaga y vámonos. No puede haber un privilegio universal.

Ha llamado "cutre" a la España económica.

Un cutrerío que aflora en los tribunales, con los fajos de billetes en los altillos de la Púnica. Los escándalos afectan a la Casa Real y al presidente de la patronal, no son casos aislados. Aristóteles hablaba de justicia y vergüenza, la segunda se ha perdido.

¿Le ha sorprendido ver a Rodrigo Rato en la cárcel?

Sí, me parece un milagro que salga todo esto, porque a la cúspide judicial la nombran los políticos para dejarlo todo atado y bien atado. Está claro que hay magistrados que preservan su profesionalidad.

Si no pagamos nuestras deudas, tampoco nos pagarán nuestros deudores.

En España la deuda ha sido privada, por la acción de entidades financieras que atizaban la burbuja inmobiliaria en los últimos años del boom. De ahí los salvamentos y el aumento de la deuda pública.

¿Qué es un cacique?

Me apoyaré en la definición que da Macías Picavea en El problema nacional. El cacique está regido por dos aspiraciones, "controlar, no gobernar; expoliar, no administrar". Ahí está el presidente del Popular, que se lleva veinte millones de jubilación tras hundir a la entidad.

¿El salario mínimo a 900 euros es la solución?

Para los que se hallan por debajo de esa cifra en retribuciones, claro, pero tiene poca incidencia en este país donde todo está desregulado, con falsos autónomos y trabajadores sobreexplotados.

¿Por qué los pobres votan a la ultraderecha?

Hay un deterioro de los partidos. Incluso en Estados Unidos, el país más privilegiado del planeta porque vive a costa de todos los demás, sesenta millones de encabronados y desatendidos votan a Trump. La gente está hasta el gorro de que los gobernantes actuales no resuelvan sus problemas, también Gil ganaba por goleada en Marbella.

¿Cuándo se dejarán de pagar las pensiones?

Cuando la sociedad lo permita. El sistema no ha sido de capitalización, yo he pagado cuarenta años por el máximo. Ha sido únicamente recaudatorio, y se lo han gastado en otras cosas. El Estado dispone de medios para suplementar unas pensiones miserables por comparación con Europa.

¿Y si el cambio climático que estudia es irreversible?

Es posible que sea irreversible, pero se puede actuar en el qué hacer, controlar el metabolismo económico. No soy negacionista, pero hablaría más del microclima.

¿Le ayuda tener imagen de hombre de bien?

Me considero simplemente un librepensador y un analista, no tengo un gran espíritu mesiánico. Se trata de conocer nuestros males, para poder quizás paliarlos.

¿Nunca pierde la esperanza?

Pero qué esperanza. La sociedad no se puede volver patas arriba, se trata de que evolucione en sentido racional, de evitar los latrocinios más elementales. Como decía Eliseo Reclus, la verdadera revolución es pacífica y en el mundo de las ideas.