La doctora Juana María Román (Cartagena, 1936) tiene varios hitos en su largo historial. En el año 1977, al hacerse con el cargo de jefa de Pediatría de Son Dureta tras un concurso oposición, se convirtió en la primera mujer del país en ostentar una jefatura de un servicio médico. Estuvo al frente de él durante treinta años. Y en el año 1978 se convirtió asimismo en la primera académica numeraria de la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears (RAMIB), institución donde ayer impartió una conferencia con el título Ciencia sin cromosomas. Las mujeres, la ciencia y las reales academias.
P ¿Qué intentará reflejar con su conferencia?
R El desarrollo de la ciencia en relación con las mujeres y la diferencia existente entre los hombres y las mujeres en este campo. Hoy en día todo está cambiando y para sobrevivir en este mundo necesitas cambiar. También hablaré de la relación de las mujeres con las reales academias, donde la proporción de académicas apenas alcanza el diez por ciento del total de los numerarios.
P Usted fue la primera mujer académica numeraria de la RAMIB en el año 1978 y la primera miembro de la Real Academia Nacional de Medicina un año más tarde...
R Sí. Entré en la Real Academia de Medicina de Balears hace cuarenta años y, en todo este tiempo, ¿sabes cuántas mujeres somos en esta institución?
P No.
R Tres. El antifeminismo académico ha trascendido. No obstante, soy de la opinión que el siglo XXI es el siglo de oro de las mujeres, aunque aún queda mucho camino por recorrer.
P ¿En qué dirección?
R En la colaboración de los hombres en las tareas del hogar, en la conciliación familiar. Ya se han acabado los tiempos en que las mujeres debían ocuparse de la casa y de los hijos. ¿Por qué un hombre no puede hacerlo? Sus hijos y su casa son tan suyos como de su mujer. Los hombres tienen que aprobar todavía el máster de la conciliación familiar.
P También ha mencionado el antifeminismo en la ciencia, ¿en qué se ha traducido este hecho?
R En muchas mujeres a las que se les ha usurpado el premio Nobel, mujeres olvidadas, mujeres gigantescas de una gran potencia.
P Póngame algún ejemplo concreto de esta discriminación.
R La más conocida es Marie Curie, que a pesar de todo ganó dos Nobel. Pero también tenemos a Hypatia de Alejandría, una científica pionera que fue asesinada brutalmente por los cristianos. O Rita Levi-Montalcini, la neuróloga italiana que descubrió la plasticidad neuronal.
P ¿Son diferentes los cerebros de los hombres de los de las mujeres?
R Sí, las hormonas sexuales determinan las diferencias y provocan que algunas áreas estén más desarrolladas. Pero eso no significa que unos sean más listos y otros más tontos. Somos diferentes.
P ¿Sigue ejerciendo la Pediatría?
R No, ya no. Ahora me dedico exclusivamente a la Fundación Amazonia (ONG creada por ella para mejorar la vida de los niños/as de América Latina) y a estudiar y a mantener el cerebro, que es un músculo que necesita ejercitarse.
P ¿Se considera usted feminista?
R Sí, pero no comparto el feminismo radical. Aunque tengo claro que el hombre necesita cambiar sus actuales modelos.
