La estrategia presentada ayer prevé la elaboración de un plan de atención mental individualizado para los trastornos más graves y medidas concretas para atender las patologías de la población inmigrante con la incorporación de más intérpretes y mediadores culturales. Y teniendo en cuenta que en las islas habrá unos 2.400 menores con trastornos mentales graves, el plan también prevé para ellos una área asistencial diferenciada de los adultos y una detección más precoz.