Ir a urgencias de Son Espases no resultará tan traumático ni tan incómodo a comienzos del próximo año, cuando está previsto que ya haya concluido la reforma de este área asistencial acometida fundamentalmente por un doble objetivo: mejorar la intimidad y la comodidad de sus usuarios.

El ritmo de los trabajos de la reforma, presentada ayer por la mañana en el salón de actos del hospital de referencia por la consellera de Salud, Patricia Gómez, el director gerente de Son Espases, Josep Pomar, y el jefe del servicio de urgencias, Bernardí Comas, se acomodará al volumen de presión asistencial que padezca el servicio en cada momento con el objeto de minimizar las molestias de los enfermos.

Lógicamente, cuando el servicio se encuentre abarrotado de pacientes, la intensidad de los trabajos que llevan a cabo los operarios bajará.

También se supo ayer que, finalmente, el coste de esta remodelación ascenderá a casi 400.000 euros (en concreto, 397.702, 01 euros), una cantidad algo superior a la partida presupuestaria consignada este año para este fin que, como se recordará, era de 350.000 euros.

El gerente Josep Pomar reveló que las obras de la reforma del servicio habían comenzado hace apenas una semana y, en este sentido, Bernardí Comas recalcó que el momento elegido para iniciarlas es “el periodo óptimo para hacerlas ya que tenemos constatado que desde septiembre a finales de noviembre es el periodo en el que nuestra actividad asistencial es menos intensa”.

El jefe del servicio de urgencias concretó que la reforma se ejecutará en siete fases y que la primera de ellas se ocupará de la zona de camillas (ver información bajo estas líneas).

“En la fase B se reformarán diez boxes y en la C cinco con objeto de que ganen en intimidad, todos ellos estarán cerrados con vidrios”, detalló el responsable médico.

Boxes para infecciosas

En la fase D, continuó, se adecuarán otros dos boxes para pacientes que precisen de una mayor privacidad que el resto y en la E se remodelarán los otros tres boxes especiales que ya se destinaban a pacientes con enfermedades infecciosas lo que situará al de Son Espases, tal y como destacó su responsable, como uno de los pocos servicios de urgencias del país que cuentan con unos dispositivos asistenciales de este tipo.

“Se mejorará esta última área con respecto a lo que teníamos hasta ahora. Todas estas habitaciones contarán con presión negativa (mecanismo que se utiliza para contener contaminantes transmitidos por aire dentro del cuarto) y con un baño incluido para que los pacientes con enfermedades contagiosas no tengan que salir de ellas para hacer sus necesidades”, precisó Bernardí Comas.

Por último, durante la fase F se instalarán puertas automáticas para acceder al servicio de urgencias por el pasadizo interno de uso exclusivo del personal del hospital para garantizar que solo accedan al área de urgencias los profesionales sanitarios que están autorizados.

Finalmente, concluyó su explicación Comas, en la postrera fase G se mejorará la iluminación de la sala de observación.

Por su parte, la consellera de Salud, Patricia Gómez, incidió en que dos de los aspectos sanitarios que más preocupan a la población son las listas de espera y el tiempo que tarda en ser atendida en los servicios de urgencias públicos.

En este sentido, recordó que ya está aprobado un proyecto para ampliar tanto las urgencias como el número de camas de cuidados intensivos (UCI) del hospital comarcal de Inca, que las obras en el servicio de Manacor ya marchan a buen ritmo y que en Son Llàtzer también se han aumentado ocho plazas de este dispositivo asistencial.

La consellera de Salud, que recalcó que las obras se harán por fases para “que las molestias a los pacientes sean mínimas”, recordó que en el servicio de urgencias de Son Espases se realizan una media de 410 asistencias cada día, 150.000 al año, concretó. También admitió que, no obstante el ingente volumen de trabajo, finalmente tan solo son hospitalizados apenas uno de cada diez usuarios que acuden a urgencias (el 12,44% del total), que el 16,45% de los casos son remitidos al servicio desde Atención Primaria y que el 96,9% de los pacientes son de nacionalidad española.