Ya no habrá agua potable sin cédula de habitabilidad. El desmadre de los últimos años en el suelo rústico ha hecho que la revisión del Plan Hidrológico incorpore esta exigencia para poder disponer de un recurso escaso.

También prevé prohibir las autorizaciones y concesiones para todos los usos a masas de agua actualmente sobreexplotadas, es decir, las que actualmente tienen más salidas que entradas.

Actualmente en este tipo de masas de agua se permiten los usos domésticos. Esta es una de las nuevas medidas que incluye el documento con el objetivo de revertir la crítica situación actual en caso de sobreexplotación y salinización.

Aun así, de manera excepcional, se podrán aprobar concesiones de hasta diez mil metros cúbicos anuales para explotaciones agrarias preferentes y "siempre que la masa muestre una tendencia a la mejora de su estado cuantitativo".

Así mismo, y con el objetivo de evitar la intrusión marina en los acuíferos, el plan incluye la prohibición de hacer pozos para extracción de agua salobre, ejecutar sondeos para extraer agua marina a distancias superiores a doscientos metros de la línea de costa, así como de nuevas explotaciones de agua dulce en la franja de ochocientos metros de la línea de costa.