Un crucero con parada en Ibiza en el que el canal británico Channel 4 ha rodado un reallity show (´Shipmates´) acabó en una multitudinaria "orgía alimentada por las drogas" durante la semana que duró el viaje, informan varios periódicos ingleses.

El desmadre en el que se convirtió el viaje hizo que algunos pasajeros se quedaran en Ibiza en cuanto el barco atracó en el puerto y regresasen a sus lugares de origen en avión. Uno de ellos ha explicado a MailOnline que "todo era una locura. Llegó un punto en que quienes vendían la droga en el crucero se quedaron sin existencias debido a la alta demanda. Hasta hubo dos redadas en el barco".

Otro pasajero asegura que le cobraron 1.300 euros por una fiesta en la que todos los presentes se rocían con champán en la que no participó. Así que, al llegar a Ibiza, un grupo de amigos y él se bajaron del barco y no regresaron al crucero, a pesar de estar pagado.