La nueva ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, viene de una comunidad autónoma con dos lenguas oficiales y que además puede presumir de tener los mejores indicadores educativos del país, además de un sistema de Formación Profesional bien articulado y valorado, como recordó ayer el conseller de Educación, Martí March, quien vio como muy buena señal que la FP figure ahora en la denominación oficial del ministerio.

En su presentación, Celaá se declaró defensora de una educación "bilingüe", "inclusiva", "pública", "concertada", "bilingüe", "trilingüe" (durante el gobierno de Patxi López impulsó un plan de trilingüismo) y "respetuosa con las lenguas cooficiales". La ministra defendió las "lenguas autonómicas" como "cauce de pensamiento y de sentimiento". Remató: "Son lenguas españolas en las que nos reconocemos".

Tras recibir su cartera de manos de Íñigo Méndez de Vigo, Celaá abogó por mantener una estrecha colaboración con las autonomías. Mientras, en Palma, el conseller de Educación, Martí March, defendía también el valor de esa colaboración e impulsar una negociación "seria" con las autonomías.

March demandó un aumento de la financiación estatal para las necesidades educativas, pero propuso que los programas de cooperación territorial que se impulsen desde el Ministerio se hagan a partir de ahora "a la carta" según las necesidades de cada comunidad ya que no es igual la situación de los centros con pocos alumnos de Castilla-La Mancha que la que viven los colegios de Balears debido a la presión demográfica, dijo a modo de ejemplo el conseller.

Tanto Isabel Celaá como Martí March coincidieron también en recuperar el camino del pacto educativo, aunque el conseller hizo más hincapié en la idea de ir "derogando progresivamente" la LOMCE, empezando por sus aspectos más dañinos.

Este aspecto, la derogación de la LOMCE, es la primera exigencia que hacen los sindicatos a la nueva ministra. En esta línea se han expresado estos días los sindicatos mallorquines Alternativa, STEI y UOB, recordando al PSOE sus declaraciones y actuaciones contrarias a la ley orgánica impulsada por el PP.

El responsable autonómico de Educación recordó que a partir de ahora tendrá dos ministerios a los que dirigirse, ya que las competencias universitarias ahora están en manos de Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.

Al astronauta, March le pide impulsar una nueva ley de universidades "del siglo XXI", que haga referencia a la financiación; la docencia; la investigación; la gobernanza... El conseller ve necesario además revisar la política de becas -"el punto débil de José Ignacio Wert"- y avanzar hacia un modelo que vaya hacia la "igualdad de oportunidades" y que garantice que los alumnos reciban las ayudas "cuando toque".

Desde la Universitat de les Illes Balears, el rector Llorenç Huguet acogió "con mucha alegría" la creación de un ministerio que aúne Ciencia, Innovación y Universidades.

"Mantener Universidad dentro de la estructura de Educación es complicado", argumentó: "Educación por sí misma ya tiene una problemática complicada y ahora la universidad está muy focalizada en la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento y por eso que haya un ministerio de Ciencia, Innovación y Universidad es una buena idea".

Huguet valoró además el hecho de que Pedro Duque sea un enamorado "de Mallorca", algo que, aventuró, "nos ayudará". El rector se mostró convencido de que se sabrá rodear de "personas con experiencia" que le ayudarán en su tarea.