La plataforma de alquileres turísticos Airaban aseguró ayer que sus clientes no contribuyen a agravar los problemas de turismo de masas que afectan algunos de los barrios de las ciudades en las que opera, ya que al menos dos tercios se alojan fuera de esas zonas. En un informe publicado ayer en París a partir de los datos de ocho de los destinos más turísticos en los que tienen actividad, incluida Mallorca y Barcelona, precisó que entre el 72 y el 93 por ciento de sus ofertas en estas zonas se encuentran en el exterior de las áreas sometidas a una fuerte presión turística. En Mallorca este porcentaje se sitúa en el 83%.

El cofundador de la plataforma, Matean Benchmark, presentó el estudio en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ODER). Benchmark añadió que los clientes de Airbnb en Mallorca gastaron el año pasado 130 millones de euros en restaurantes de la isla, 110 millones en otros comercios locales, 40 en eventos culturales, 20 en actividades de ocio y 60 en transportes internos.

El informe publicado este martes refleja también que hubo 0,5 huéspedes alojados a través de esta plataforma por residente en 2017, en comparación con los 10,2 turistas por residente del total de visitantes. Su estancia media fue de 5,6 noches.

Airbnb indicó también que un 87 por ciento del precio pagado por el cliente va al propietario del alojamiento, ya que el 13 por ciento restante se lo lleva la propia plataforma turística, de forma que esa proporción se queda en el destino.