Maria Antònia Garcías Roig, la actual gerente del Ibavi, ha sido exculpada por la juez del juzgado de instrucción número 3 de Palma, que ha investigado una denuncia contra ella por un presunto delito contra la integridad moral. Un caso que tuvo su origen en una denuncia presentada por una trabajadora de esta empresa pública, que acusó a la gerente de haber adoptado decisiones que afectaban a su integridad y aseguró que era víctima de una persecución laboral.

La juez ha dictado un auto por el que acuerda el sobreseimiento libre y archivo de las actuaciones "por inexistencia de delito".

Esta trabajadora acudió a los juzgados al no estar conforme con la decisión adoptada por la gerente, que realizó una reorganización del trabajo en varios departamentos. A la denunciante le cambiaron el sistema de trabajo y no estuvo conforme con las condiciones laborales que le obligaba esta reorganización. Se sintió víctima de una persecución laboral y decidió denunciar a Garcías por un presunto delito contra la integridad moral.

Así, en la resolución judicial se señala que código penal establece que este delito se comete cuando una persona somete a otra a un trato degradante, que afecta gravemente a su integridad moral.

La magistrada, analizando los hechos que se han denunciada, y una vez escuchadas ambas partes enfrentadas, alcanza la convicción de que se aprecía "una mala recepción por parte de la querellante de los cambios a nivel funcional y de trabajo y funcionamiento, introducidas" por la gerente del Ibavi. Estos cambios, según cita el auto, fueron interpretados por la trabajadora como un ataque personal contra ella. Sin embargo, "ningún indicio se ha puesto de manifiesto en cuanto a que las decisiones" de Maria Antònia Garcías" no estuvieran badas en razones de tipo objetivo. Tampoco cree la magistrado que las dolencias de tipo psicológico que señaló la denunciante sean consecuencia de las decisiones de tipo organizativo que adoptó la gerente. Por estas razones, se archiva la denuncia al no apreciar delito alguno.