Bartomeu Barceló aprobó la oposición de fiscal en el año 1988. En ese momento era el más joven de la carrera. Siempre ha trabajado en Mallorca y en los últimos 18 años viene dirigiendo la fiscalía de Balears. Su carga de jefe fue renovado el pasado jueves con el apoyo de todos los vocales del Consejo Fiscal. Ahora afronta su cuarto mandato. Es, en estos momentos, el fiscal superior más antiguo del país. Le motiva que todos los fiscales a su cargo apostaran por su continuidad. Y se ve con fuerzas más que suficientes para continuar ocupando esta responsabilidad muchos años más.
P Inicia su cuarto mandato como fiscal superior de Balears. ¿Cuáles son sus principales objetivos?
R Antes el cargo de fiscal superior era vitalicio. Ahora ya no. Se renueva cada cinco años. El objetivo principal de este nuevo mandato es confirmar la línea de trabajo que hemos marcado que, de momento, está funcionando. Hace poco tuvimos una inspección y el resultado ha sido muy satisfactorio. La inspección únicamente ha señalado pequeños detalles para ir mejorando el servicio.
P La fiscalía afronta el proyecto del expediente judicial y hasta ahora todo son críticas.
R El futuro pasa por la informática y no hay marcha atrás. Lo que pasa es que nos encontramos con problemas de formación del personal. Muchos de los fiscales empezamos trabajando con máquinas de escribir y con papel de cálculo. El expediente digital supone un cambio radical en el sistema de trabajo y se precisa un tiempo para acostumbrarnos.
P Sin embargo, los fiscales vienen denunciando que el sistema no funciona.
R Así es. Hemos detectados fallos en el programa informático que estamos utilizando en estos momentos. Los hemos comunicado y espero que la situación mejore pronto.
P No es habitual que toda la plantilla de la fiscalía de Balears, por unanimidad, apostara por su continuidad como jefe.
R Me produce una gran satisfacción. Que haya compañeros que después de 16 años siendo su jefe, quieren que continúe ocupando este cargo, supone un gran honor. Agradezco mucho esta referencia hacia mi persona.
P El Consejo Fiscal también apostó por su continuidad.
R Así es. Mi nombramiento fue aprobado por unanimidad. Sin duda, este apoyo representa un estímulo personal muy importante para seguir trabajando y, sobre todo, para continuar prestando el servicio que merecen los ciudadanos de Balears.
P ¿Cuál ha sido el mejor momento de su trayectoria como fiscal superior?
R Ha habido muchos. Este cargo tiene momentos agradables y desagradables. Influye mucho el carácter personal de cada persona para poder soportar los muchos reveses que tenemos a diario en la fiscalía. Los mejores momentos de este cargo son cuando crees que has prestado un buen servicio público. Supone una gran satisfacción personal.
P ¿ Y los peores?
R Han sido aquellos en los que los problemas laborales afectan personalmente a los compañeros de la fiscalía.
P ¿Hay carencia de personal en la fiscalía de Balears?
R En estos momentos sí hay carencias porque tenemos a varios compañeros de baja laboral. La carga de trabajo sigue siendo la misma y nos vemos obligados a recurrir a sustitutos para cubrir estas bajas. El problema está en que con el proyecto digital, con los programas informáticos que nos han proporcionado, los fiscales nos vemos obligados a dedicar más horas al trabajo diario. Un trámite que antes se hacía en poco tiempo, ahora se tarda mucho más. El trabajo es el mismo, la diferencia es el tiempo que se dedica a hacerlo.
P Y por ello los fiscales se vienen quejando de las dificultades del proyecto digital.
R El problema no está en que los fiscales debemos despachar los asuntos que llegan a la fiscalía, sino en cómo se debe hacer esta labor. Hay muchos fiscales que están protestando y creo que tienen toda la razón. Es lógico que se quejen porque ahora mismo los programas informáticos tienen muchos problemas.
P ¿Detecta un clima de descontento general en la fiscalía que dirige como consecuencia de este proyecto digital?
R Más que descontento lo que detecto es una gran preocupación por parte de los fiscales. Están preocupados porque no tienen el control del proceso judicial y esto es un problema. Para poner un ejemplo, en algunos juicios por delitos leves el fiscal ni siquiera sabe de qué va la vista, porque no ha podido tener acceso al informe policial, porque no ha entrado en el sistema informático. También se están detectando problemas de retrasos en algunos juicios, porque los expedientes tardan en introducirse en el sistema.
P Si el problema es tan grave, ¿es usted optimista en que la solución llegue pronto?
R Estoy convencido de que la solución a estos problemas llegará pronto. Insisto, no hay vuelta atrás a la revolución digital y debemos ir acostumbrándonos a trabajar con las herramientas informáticas. El problema que debe solucionarse es que nos faciliten unas herramientas informáticas que se adapten a nuestro sistema de trabajo, para que sea más eficaz y mucho más seguro.
P Cuando anunció a sus compañeros su decisión de optar de nuevo al cargo exigió que Ladislao Roig siguiera también como teniente fiscal.
R Ladislao Roig es una persona muy válida como profesional y, en especial, como teniente fiscal. Llevamos muchos años juntos. Cuando me nombraron fiscal jefe, él ya ocupaba el cargo de teniente fiscal. Hace más de 30 años que venimos trabajando juntos y me ha demostrado con creces su gran gran lealtad y profesionalidad. Pero no solo me lo ha demostrado a mí, sino también al resto de compañeros de la fiscalía de Balears.
P ¿Qué destacaría por encima de todo de Ladislao Roig?
R Como profesional tiene muchas cualidades, pero si tuviera que destacar alguna sería su dedicación al trabajo y, sobre todo, la capacidad que demuestra para ir solucionando los problemas.
P¿Se ve con fuerza para terminar el mandato?
R Por supuesto. De lo contrario no me habría presentado a la reelección.
