El colegio de S´Olivera de Ibiza ha convocado a las familias para el lunes por la tarde para explicar los sucesos ocurridos en relación con el contagio por la bacteria Campylobacter geguni de diez de sus alumnos de entre tres y cinco años de edad. Todos ellos están bien, confirmaron desde el Govern balear, y de hecho ni siquiera requirieron hospitalización.

Los pequeños sufrieron una intoxicación alimentaria a finales de abril que les causó molestias estomacales, si bien ninguno de ellos llegó a correr peligro, tal y como adelantó el digital Noudiari.

Los síntomas que padecieron los niños son los típicos de un cólico estomacal, apuntaron desde el Govern, es decir, diarrea, dolor abdominal, fiebre y calambres.

La responsable del servicio de Seguridad Alimentaria de la dirección general de Salud Pública y Participación de la conselleria balear de Salud, Margalida Buades, explicó que las investigaciones de la inspectora de Salud que abordó el problema se centraron en el consumo de carne, ya que la principal vía de transmisión de esta bacteria es el pollo.

«La Campylobacter geguni es una bacteria especial, porque contamina mucho el entorno», relató Buades. A diferencia de otras bacterias de las que suelen causar problemas de este tipo, como la salmonella, que sólo se puede trasmitir a través de la ingestión de la alimentos, la Campylobacter geguni también puede hacerlo a través del entorno, ya que tiene la capacidad de contaminarlo, destacó la directora general de Salud Pública.

De la investigación llevada a cabo por la inspectora de Sanidad se extrae que lo ocurrido en el colegio de S'Olivera con estos diez alumnos de P3, P4 y P5 fue «una contaminación cruzada».

Esto se produce «cuando un alimento crudo se coloca sobre una tabla para cortar, para lo que se debe utilizar un cuchillo, y luego ese cuchillo se utiliza para cortar un alimento ya cocinado», explicó Buades.

Es decir, la bacteria se destruye cuando se cocina el pollo en la plancha, pero permanece en el cuchillo y cuando éste se emplea para cortar los filetes ya cocinados, puede trasmitir la bacteria a la carne.

Al respecto, la directora general remarcó «la importancia de evitar la contaminación cruzada en la cocina». «En este tipo de casos hacemos un seguimiento», dijo Buades.

«Y la enseñanza que tenemos que extraer es que hay que evitar la contaminación cruzada para que no se vuelvan a producir casos como éste», añadió.