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Comercios chinos

La milla de oro se viste con capital pequinés

Las firmas de propiedad china Claude Pierlot, Sandro y Maje dinamitan los alquileres de Jaume III - C&A negocia su venta a un grupo del país asiático

La milla de oro se viste con capital pequinés

China está explotando comercialmente los metros cuadrados más codiciados de Palma. Discreta y silenciosamente, el gigante del textil del país asiático Shandong Ruyi se ha instalado en algunos de los mejores locales comerciales de Jaume III con las marcas Sandro, Maje y Claudie Pierlot.

El grupo propietario de estas firmas de moda francesa asociadas al lujo, SMCP (las iniciales de las tres marcas), fue adquirido el año pasado por Shandong Ruyi, que las ha relanzado abriendo nuevas tiendas en los mejores locales de las ciudades en las que han desembarcado.

Como Palma, donde han dinamitado los alquileres. El pasado octubre Sandro levantó la persiana en uno de los locales más selectos de Palma donde confluyen Jaume III y el Born. Y lo hizo después de comprometerse a pagar 30.000 euros mensuales, una cifra estratosférica que supera ampliamente la renta que pagaba Loewe: 12.000 euros.

A solo unos metros, en la misma calle Jaume III, acaba de abrir tienda Claudie Pierlot. La firma de capital chino pagó 200.000 euros de traspaso y un alquiler mensual que se dispara hasta los 12.000 euros, según fuentes del sector. La renta duplica lo que pagaba Pieles de Mallorca por el mismo local, 6.000 euros.

Al otro lado de la calle se ubica Maje, que levantó la persiana después de aceptar pagar una renta cercana a los 12.000 euros y un traspaso de 600.000 euros. Son cifras mayúsculas, solo al alcance de trasatlánticos del textil como Inditex o el propio Shandong Ruyi.

Pero la expansión de capital chino en Palma no terminará aquí. C&A, de propiedad holandesa, está negociando su venta a un grupo de inversores chino. En caso de que los nuevos dueños decidieran mantener abierta la popular tienda de la plaza Joan Carles I, los negocios que enraizan en el país asiático habrán afianzado su presencia en la milla de oro palmesana.

Los pocos comerciantes locales que quedan en la zona se sienten impotentes. Poco a poco van siendo expulsados del centro porque, dicen, no pueden afrontar esas rentas ni competir con unas firmas que cuentan con unos costes de producción menores.

"El centro de Palma está sufriendo una especulación inmobiliaria brutal. A esos locales ya solo pueden acceder grandes firmas y el comercio mallorquín ha quedado relegado a una tercera o cuarta fila. No es nuestro modelo de ciudad, pero no podemos hacer nada. Manda la ley de la oferta y la demanda", indicó Toni Fuster, presidente de Pimeco.

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