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Caso Cursach

Llevan a juicio a otro acusado de amenazar a un testigo protegido del caso Cursach

Anticorrupción pide tres años de cárcel para el imputado, que en la actualidad está preso, y le imputa un delito de obstrucción a la justicia

El juez Miguel Florit, en sustitución del magistrado Manuel Penalva, ha dictado un auto de apertura de juicio oral por el que lleva al banquillo de los acusados a un individuo de nacionalidad rumana, actualmente en prisión, que presuntamente amenazó a uno de los testigos protegidos delcaso Cursach. En concreto, se trata de un antiguo camarero de la discoteca Tito's, que ha sufrido varias agresiones desde que decidió colaborar con la investigación, amén de padecer una campaña de desprestigio por personas próximas al empresario a través de las redes sociales.

Este acusado, de nombre Adrián, se encuentra en estos momentos en prisión preventiva, no tanto por la gravedad de las amenazas, sino porque se dedicó a incumplir en reiteradas ocasiones la orden judicial que le impedía acercarse al testigo.

La relación entre el acusado y este caso se sitúa en el mes de abril del año pasado. Adrián también trabajó de camarero en la discoteca Tito's y se puso en contacto con el testigo para convencerle de que se retractara de la denuncia que había presentado contra un antiguo portero del local, que se dedicó a amedrentarle después de saber que había declarado contra Cursach. Le advirtió que "tendría problemas" y le realizó una oferta de 20.000 euros, que le pagaría el Grupo Cursach, si se retractaba de la denuncia. El testigo rechazó la oferta.

Según la fiscalía, a partir del mes de julio comenzó una campaña de acoso contra el testigo. El acusado abordó a la víctima en la calle Manacor y desde una distancia de unos 20 metros comenzó a hacerle fotografías desde el teléfono móvil.

El juez dictó una orden de alejamiento, que el acusado estuvo incumpliendo. Así, el pasado día 5 de octubre el acusado, según el relato del fiscal, estuvo siguiendo al excamarero hasta el Polígono de Son Castelló y lo esperó a que saliera de un concesionario de coches. Desde una cierta distancia continuó enfocándole con el móvil para hacerle fotografías. A continuación se dirigió hacia él. Textualmente le dijo: "Espera que quiero hablar contiguo. Coge el dinero y ve al despacho de mi abogada para hablar con ella. Dice la abogada que le des la culpa al juez y al fiscal, que te habían amenazado para declarar todo lo que declaraste". El testigo, en lugar de acudir al despacho de la abogada, donde supuestamente iba a recibir el dinero, se dirigió al juzgado y presentó la correspondiente denuncia. A partir de ese momento, al incumplir la orden de alejamiento, el juez Manuel Penalva ordenó el ingreso en prisión del ciudadano rumano. Esta decisión del magistrado fue posteriormente ratificada por la Audiencia de Palma. Ahora se le acusa de obstrucción a la justicia y quebrantamiento.

A partir de este momento se inició una disputa entre la abogada con el juez y el testigo. Asegura la letrada que el excamarero se dedica a mentir, a pesar de que el juez opine lo contrario. Esta abogada también ha denunciado a Penalva y la pasada semana el Colegio de Abogados le dio amparo. También es una de las letradas que denuncia al magistrado ante el Tribunal Superior.

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