La magistrada de la Audiencia de Palma Gemma Robles critica con dureza, en su auto de admisión del expediente de recusación del juez Manuel Penalva para ser apartado del caso Cursachcaso Cursach, algunos de los alegatos de los defensores para fundamentar el cambio de juez. Robles censura el que se haya intentando extender la sombra de una presunta contaminación de Penalva a otros jueces y tribunales de Palma, de los que se ha insinuado que estarían conchabados para alterar la verdad y favorecer a testigos mentirosos a cambio de beneficios procesales en otras causas.

Robles define esos alegatos como una supuesta "alienación de testigos", "creación de testigos incriminatorios" y "contaminación que ello ha producido en otros ámbitos". Esta última acusación, sin prueba ni base alguna, "torpedea directamente la labor jurisdiccional".

El auto recuerda que muchas de las resoluciones del juez Penalva no han gustado a las partes, "como es normal", "pero han sido en la mayoría de los casos confirmadas por la Audiencia".

Robles añade que las sospechas se han extendido sobre otros magistrados, "prescindiendo del debido respeto a las resoluciones judiciales"· y desdeñando el resultado de la prueba que se practique en futuros juicios orales.

El auto destaca las sentencias condenatorias que varios jueces y tribunales han dictado sobre piezas separadas del caso Cursach. También acusa a los recusantes de insinuar, sin datos concretos y pruebas, que otro juez de instrucción de Palma se habría prestado a archivar una causa penal contra La Madame para recompensar a esta testigo por sus mentiras incriminatorias.

"La sola lectura de un whatsapp no justifica tan graves e infundadas conclusiones-acusaciones que degradan la labor de otro juez de instrucción ajeno a este incidente", afirma Robles.

La magistrada tilda ese alegato de "dislate argumental", "difícil de digerir".

Gemma Robles censura también a los abogados recusantes de alegar que Penalva, que, junto al fiscal Miguel Ángel Subirán, investiga el caso, ha perdido la imparcialidad por denegar pruebas de descargo para los imputados. El auto afirma que no se aclaran qué pruebas se han denegado y que tampoco hay constancia de que su veto no haya sido recurrido ante la Audiencia. Por último se acusa a un abogado de manipular el sentido de una resolución del juez Penalva.