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Unas 2.000 camareras de piso serán estudiadas para mejorar su salud

El proyecto de Atención Primaria para determinar nuevos tratamientos será financiado con casi 900.000 euros procedentes de la ecotasa

Imagen de una concentración de camareras de piso celebrada en Palma. M. Mielniezuk

La ecotasa se va a utilizar para mejorar la salud de los trabajadores turísticos, y más concretamente de las camareras de piso, después de que se haya aprobado una iniciativa de Atención Primaria a desarrollar durante los próximos tres años y en la que se analizará la situación y tratamiento de unas 2.000 'kellys' de las islas.

Son conocidos los importantes problemas osteomusculares que padece el colectivo de las camareras de piso (suelen darse en manos, hombros y zona lumbar), a lo que en muchos casos se suman situaciones de estrés por sus fuertes cargas de trabajo, pero a pesar de ello se ha investigado muy poco en relación a sus enfermedades profesionales, según desataca el responsable de la unidad de Investigación de Atención Primaria, Joan Llobera.

Dada la importancia que estas empleadas tienen en Balears (durante el segundo trimestre del año aparecen censados 76.000 trabajadores de servicios de alojamiento), la decisión adoptada por el Govern ha sido la de destinar casi 900.000 euros a lo largo de tres años, procedentes de lo recaudado a través del impuesto del turismo sostenible, para desarrollar un estudio destinado a determinar los tratamientos más adecuados para evitar que los citados problemas se desarrollen o para reducirlos. Y durante su ejecución se va a realizar el citado seguimiento y control de unas 2.000 camareras de piso de las islas.

Aunque este dinero no comenzará a llegar hasta el próximo año, la citada unidad de investigación ha iniciado ya su trabajo, con un primer control de carácter piloto en la zona de Platja de Palma, donde se está recabando información sobre las dolencias que padecen estas profesionales que acuden al centro de salud de la zona.

Durante 2018, y ya con una financiación para ese año de 190.648 euros de la ecotasa (a los que seguirán 343.271 euros en 2019 y otros 363.670 euros en 2020), este estudio se va a extender a un total de cuatro centros de salud de Mallorca (en las zonas de Platja de Palma, Calvià, Alcúdia y Cala Millor, previsiblemente), uno en Menorca y otro en Eivissa. En tres de ellos se fijarán protocolos de intervención, como actividades físicas que ayuden a reforzar la musculatura de las trabajadoras o prácticas de vida saludable, y en otros tres serán de control, es decir, las pacientes serán tratadas como hasta ahora (se les recetarán los antiinflamatorios o analgésicos que necesiten, por ejemplo) y se les realizará un seguimiento especial. Se estima que unas 200 mujeres estarán en el primer grupo y otras tantas en el segundo, y así se podrán comparar las diferencias que se den en la evolución del estado de salud de las que han recibido el tratamiento tradicional y las que han tenido el especial. En este caso, ya se trata de una fase de ensayo clínico.

2.000 mujeres bajo la lupa

A partir de finales de 2019 y durante 2020 este programa se extenderá a todos los centros de salud y se estima que en esta fase se podrá controlar ya la evolución de unas 2.000 mujeres, la mitad de ellas con las que se habrá trabajado con nuevos protocolos y la otra mitad siguiendo los clásicos pero con un control sobre su evolución, para compararlas y profundizar en el análisis de las mejorías adicionales que se vayan dando en el primer grupo.

Con esta información se podrán fijar ya los tratamientos más adecuados para abordar las enfermedades osteomusculares que sufre este colectivo y, muy especialmente, las medidas preventivas más adecuadas para frenar el desarrollo de los citados problemas.

Este trabajo que se va a poner en marcha, pionero en España, resulta mucho más complejo de lo que inicialmente parece, ya que la selección de las camareras de piso para participar en él debe contemplar que el grupo sobre el que se aplicarán nuevos tratamientos y el que será solo de control de su salud tengan unas características similares de edad o antigüedad de sus componentes, con el fin de poder una comparación mucho más ajustada de la diferente evolución de su salud y las posibles mejoras adicionales que se pueda dar entre las que se van a someter a las nuevas actuaciones.

Además, se va a proceder a la contratación temporal de personal de refuerzo para hacer un mejor seguimiento de estos casos, con siete fisioterapeutas y siete trabajadores de enfermería en Mallorca; tres de cada categoría en Eivissa; y uno de cada en Menorca. El trabajo de este equipo se llevará a cabo entre octubre de 2019 y marzo de 2020.

Como se ha indicado, las camareras de piso que sean atendidas en el grupo de intervención (unas mil en el conjunto del archipiélago) podrán participar en actividades físicas y hábitos saludables con una finalidad preventiva, es decir, fijar protocolos que eviten o retrasen la aparición de los problemas de salud vinculados al desarrollo de su profesión. Además, se buscará que esas actividades se lleven a cabo en grupo, dado que de esta forma se obtienen más garantías de que este trabajo se realiza y además de la forma adecuada.

Joan Llobera subraya que se trata de un grupo de trabajadores cuyos problemas de salud han sido poco estudiado (a diferencia de lo sucedido, por ejemplo, con la minería), y ello a pesar de que en muchos casos su deterioro físico con los años es importante, y además acompañado de situaciones de estrés psicológico, este último generado en ocasiones por sus cargas de trabajo y por la angustia de no saber si van a poder desarrollar la labor que les han encomendado en el tiempo fijado para ello. Eso explica que el objetivo del estudio sea mejorar su calidad de vida al reducir su dolor y limitaciones funcionales, pero también impulsar su bienestar psicológico.

Tratamientos más adecuados

Una vez concluido este estudio, se dispondrá de información para determinar los tratamientos que son más adecuados para hacer frente a los problemas de salud de las 'kellys', que podrá extenderse no solo a los centros de atención primaria, sino también a las mutuas, aunque en este momento estas dolencias son abordadas principalmente en los primeros al no estar reconocidas como enfermedades profesionales.

En relación a este tema, hay que recordar que fruto del nuevo convenio de hostelería, los sindicatos, la patronal hotelera y el Govern han suscrito un acuerdo para impulsar una fundación de salud laboral desde la que se analizarán también los problemas de los empleados en este sector. Ambas iniciativas se van a desarrollar de forma coordinada, según apunta Llobera.

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