El sindicato médico (Simebal) y el de enfermería (SATSE) han impedido con su inasistencia la celebración de la mesa sectorial de Sanidad convocada para hoy a las diez de la mañana en la que se iba a aprobar el borrador del decreto que regula el uso del catalán en la sanidad pública que se entregó a los agentes sociales el pasado martes. Entre ambos sindicatos acumulan el 52% de la representatividad en el sector y su no comparecencia ha evitado el quórum necesario para constituir el órgano de negociación sindical.

Esta inasistencia, pactada entre ambos sindicatos “con premeditación, alevosía y con clara intencionalidad”, en palabras de Miguel Lázaro, presidente del sindicato médico, es la respuesta sindical a la intención clara manifestada por el Servei de Salut de no cambiar ni una coma del documento presentado el martes de esta semana, aseguran las fuerzas sindicales.

Ante el Més decretazo, el gran plantonazo”, proclamaba Lázaro aludiendo a la presunta autoría del grupo parlamentario Més del documento que establece la obligación de acreditar el conocimiento del catalán para trabajar en el IB-Salut.

Pero en lo que coincidieron tanto Lázaro como Jorge Tera, secretario general del SATSE en las islas, es que en la mesa sectorial prevista para hoy no se les iba a permitir introducir ninguna alegación al texto que se les ha presentado y que, como se recordará, impedirá concurrir a las próximas oposiciones sanitarias a 3.530 enfermeras de las 5.058 que actualmente conforman la bolsa única de esta especialidad por carecer de la titulación que acredite el conocimiento del catalán exigido, el B2 en caso de médicos y enfermeras.

Este hecho, en opinión de ambos líderes sindicales, provocará cientos de impugnaciones a la convocatoria de las oposiciones por parte de los trabajadores a los que se les impida presentarse por no tener la titulación idiomática exigida.