"Cada vez hay más días fuertes en el aeropuerto". El diagnóstico del director de Navegación Aérea de Balears es un perfecta síntesis de la situación de esta Mallorca al límite: los picos de actividad máxima son cada vez más frecuentes, del mismo modo que la masificación turística de la isla en julio y agosto se extiende poco a poco hacia mayo, junio, septiembre y octubre. El resultado es que los récords duran poco. Por ejemplo, el techo de operaciones del aeropuerto de Son Sant Joan en un solo día caerá el día 5 de agosto. Según documenta Antoni Planells, máximo responsable de Enaire en Balears, durante esa jornada, un sábado (el día de los récords en el aeropuerto), está previsto que aterricen y despeguen en Son Sant Joan 1.117 vuelos. Y eso son más de 190.000 personas bajando y subiendo a aviones en Palma, algo así como gestionar en 24 horas el movimiento de toda la población de San Sebastián o A Coruña.

¿Es mucho? Pues bastante. Las cifras de actividad diaria ya rozan el volumen de personas que contempla el documento que rige el aeropuerto, su Plan Director. Que en 24 horas se muevan 1.117 aviones significa que la isla vea aterrizar o despegar un vuelo por minuto durante casi toda la jornada. Concretamente, la planificación contempla que el personal de control de Son Sant Joan, aeropuerto abierto las 24 horas, gestione una treintena de vuelos entre la una y las seis de la mañana. Luego empieza la locura, con más de 1.050 operaciones durante el resto del sábado 5 de agosto. A las siete la actividad ya es frenética, para desgracia de los vecinos que se aferran a las sábanas de fin de semana en zonas de Palma como Ciudad Jardín, Platja de Palma, Cala Estància, Can Pastilla, Son Ferriol y Sant Jordi.

Los movimientos se mantienen a ritmo alto hasta mediodía, con la llegada y salida de los aviones de Alemania (allí los aeropuertos abren a las seis de la mañana, que el sueño de sus vecinos importa más que el de los mallorquines). La acción cae un poco en las horas centrales del día, antes de recuperar intensidad por la tarde y por la noche.

Más que Madrid y Barcelona

Al final la actividad sumará esas 1.117 operaciones de récord, que no son todas las que se gestionan en Son Sant Joan: el centro de control de Mallorca se encarga en verano de casi 1.900 operaciones al día, vuelos que entran o salen de los aeropuertos de las islas o que sobrevuelan por debajo de los 8.000 metros el espacio aéreo de 51.400 kilómetros cuadrados del que se encargan los controladores de Palma. En total son 300.000 aviones al año, aunque el reparto estacional explica los sudores fríos en pleno verano de vecinos cercanos al aeropuerto: Son Sant Joan pasa de gestionar 9.000 operaciones al mes en enero a encargarse de 46.000 en julio y agosto. "De junio a septiembre tenemos más vuelos que Madrid y Barcelona en sus zonas, y los sábados movemos más aviones que las torres de Barcelona y Madrid", detalla, transparente, Antoni Planells, que cuenta que la sucesión de récords está permitiendo a Mallorca este verano recibir un 18% más de alemanes, un 14% más de ingleses y un 5% más de viajeros de la península: la isla de los récords sigue sin encontrar techo a su frenesí turístico.