La venta del Popular al Santander, que han forzado las autoridades bancarias, dará como resultado que el nuevo banco posea más de 200 sucursales en Balears, cuyo futuro determinará la dirección del nuevo gigante bancario resultante.

Este banco había sido fundado en 1872 por una iniciativa de un grupo de navieros, comerciantes, terratenientes y profesionales.

El Crédito Balear mantenía un centenar de oficinas, mientras que, bajo la marca del Popular, había cerca de medio centenar. En Mallorca, el Santander posee 70 sucursales.

A nivel estatal, el nuevo banco contará con un total de 33.534 empleados (22.900 del Santander y 10.634 del Popular).

El número de oficinas a su disposición ascenderá a 4.660 en todo el territorio español (2.881 del Santander y 1.779 del Popular).

Coste de personal

La incógnita que, de momento, no ha despejado la operación es si la compra acabará implicando cierres de sucursales, con la consiguiente reducción de personal que ello conllevaría.

De momento, en un comunicado oficial, la presidenta del Grupo Santander, Ana Botín, ha dado la bienvenida a los clientes del Popular, al tiempo que se ha comprometido a darles el "mejor servicio" en este periodo que calificó de "transición".

La entidad resultante, que operará bajo la marca Santander, aglutinará un total 17 millones de clientes.

Además, según informó la entidad bancaria, ocupará un papel predominante en la cuota de mercado, tanto en lo que se refiere al crédito (un 20%) como a las pequeñas y medianas empresas (una cuarta parte del total).