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El Gobierno de Rajoy le sube a Mallorca el alquiler en España

José Manuel Maza, fiscal general del Estado de Rajoy, veranea en una casa alquilada en Cala Sant Vicenç, por motivos sentimentales vinculados a Cataluña

El Gobierno de Rajoy le sube a Mallorca el alquiler en España

Mariano Rajoy no solo ha obrado el prodigio de cobrar de Luis Bárcenas sin mancharse ni marcharse. También ha materializado el milagro geográfico de que Mallorca esté más lejos de Madrid que Canarias. No entiendo muy bien los titulares asépticos en tercera persona de esta semana, del estilo de "Canarias consigue un descuento para residentes del 75 por ciento". El único encabezamiento correcto es "Usted pagará más para que los canarios puedan pagar menos". Donde "Usted" no es un eufemismo, porque el presidente del Gobierno le obliga a sufragar la cantidad perdonada a otra comunidad. Aunque "Usted" no viaje, ¿o acaso esperaba que su sedentarismo iba a exonerarle?

Para aprobar los Presupuestos, el Gobierno del pedigüeño Rajoy le sube a Mallorca el alquiler en España. El primer ministro del país vecino se comporta como un hijodalgo, con nulo poder pero gran fachada. Sus acreedores vascos y canarios le someten a un chantaje, que desea descargar sobre la colonia mallorquina con su política de ordeño y mando. Tal vez deberíamos buscar un alquiler más barato. (Le ha dado plañidera, ¿no trae ninguna noticia?)

Hay ciudadanos que cobran por ser españoles, y otros que pagamos por ser españoles. Los que cobran, amenazan además con dejar de ser españoles. Canarias presiona a Rajoy con el vecindario africano, Euskadi con la "úlcera sangrante" en acertada versión de Xabier Arzalluz. El PP, que cuenta con diputados mallorquines traidores de la marca azul gaviota y de la marca naranja de Ciudadanos, exige que paguemos pero que no nos mezclemos con la metrópolis. Trabaja contra la unidad de su versión de España, al aislar a Mallorca. Canarias y el País Vasco votan nacionalista, Mallorca vota provincianista. (Vale, lo pillamos, no más autoodio).

Hablando de provincianos, recuerden dónde leyeron antes que Llorenç Huguet, el hombre que cierra todas las instituciones que preside, derrotaría a Rafel Crespí por el mismo margen que Macron a Le Pen. Por supuesto, la expresión "elecciones en la Universitat" equivale a "elecciones en Corea del Norte". En el recuento de votos personales, ambos candidatos empataron prácticamente. El voto ponderado se traduce por antidemocrático, y mal anda una universidad donde los alumnos votan lo contrario que los profesores.

Huguet nunca se ha presentado a unas elecciones democráticas, porque conoce sus limitaciones en este departamento. La curia de la UIB ha elegido a su Papa de siempre, un jerarca trasnochado que transmite la insignificancia de la institución que preside. Un catedrático no puede limitarse a ser un burócrata. Gracias al rector entrante y saliente, "un estudio de la UIB" debe ser filtrado por la fiscalía antes de concederle un mínimo de validez. "Mucha casta y poca democracia", como bien dijo aquí Miquel Comas al precio de tres demandas judiciales.

Hablando de rectores, Simón Galmés encabezó el tridente que gobernó Mallorca en los años ochenta/noventa, junto al president Gabriel Cañellas y al rector Nadal Batle. Sin necesidad de cursar una carrera universitaria, el vicepresidente de la Banca March fue el financiero autóctono más poderoso de la segunda mitad del siglo XX. En su esplendor, su nombre no podía publicarse en ningún periódico mallorquín salvo autorización explícita.

La cumbre del poder de Galmés fue su mansión de es Cabanells en Petra, con vistas a son Serra de Marina y una pista de hipódromo propia. De ahí mi sorpresa al comprobar que ahora ofrece en alquiler turístico la casa, concebida por el mejor decorador de Mallorca. En la foto que hoy nos ilustra pueden apreciar el conjunto, con una porción de la pista ovalada para caballos a la derecha.

Es Cabanells se alquila por seis mil euros a la semana en temporada. Los clientes suecoalemanes no disfrutarán de la leyenda aneja a la finca. Cuentan que las miembros más destacados de la familia March Delgado fueron invitadas a la mansión, que abandonaron con el estupefacto "¿y éste es nuestro empleado?" que condujo a la caída en desgracia de Galmés.

Por motivos estrictamente periodísticos, asistí en localidad de palco a la caída en desgracia bancaria de Galmés, dentro de una operación timoneada a la perfección por el discreto Pau Vallbona, de la estirpe de los Feliciano Fuster y demás gestores que por desgracia nunca colocamos al frente de nuestras instituciones señeras. En aquellas reuniones escuché hablar incluso de acciones penales, no consumadas. Lo recuerdo mientras mi asesor hípico me niega que los caballos cuenten con aire acondicionado y paredes estucadas en las cuadras de es Cabanells. El sueño de un animalista.

Mi única duda es si el despacho se llama Horrach&Benavides o Benavides&Horrach. Ya que hablamos de Pollença, mi única certeza es que José Manuel Maza, fiscal general del Estado de Rajoy, veranea en una casa alquilada en Cala Sant Vicenç. Tiene un gusto envidiable, encauzado al litoral septentrional por motivos sentimentales vinculados a Cataluña, y que deberían aplacar su furia acusadora contra dicho país vecino.

Vean El caso Sloane, una extraordinaria disección de la política estadounidense o española aunque yo solo tenía ojos para Jessica Chastain.

Reflexión dominical jurídica: "Las sentencias anuladas también habían sido redactadas por juristas".

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