"Los médicos de Son Espases querían a Pomar como nuevo gerente o, al menos, no querían a nadie que no fuera médico". Esta declaración, pese a que suena un tanto corporativista, responde a la satisfacción generalizada con la que ayer se recibió en el hospital de referencia de esta comunidad la designación oficial de Josep Pomar como próximo máximo responsable del centro.

"La gente que le conoce, sí está muy contenta. Porque conoce bien el hospital y a muchos de nosotros", explicaba un jefe de servicio consultado. Y el nombramiento ha sido muy bien acogido por trabajadores de todas las categorías profesionales, no solo por los facultativos, recalcaba otra de las fuentes sondeadas.

Y si desde el Servei de Salut se aseguró que Pomar tomará posesión de su cargo a mediados de este mes, otras fuentes daban por seguro que la llegada de Pomar supondrá la salida de la actual directora médica, Yolanda Montenegro, así como la del máximo responsable de enfermería, Luis Mariano López. Como se recordará, estos dos profesionales llegaron a Son Espases junto a la anterior gerente, María Dolores Acón, procedentes de la sanidad cántabra.

Y es que nadie duda que la aceptación de Pomar para el cargo ha estado supeditada a gozar de "carta blanca" para poder diseñar un equipo de su plena confianza.

Al parecer, el antecesor socialista de Juli Fuster en la dirección general del IB-Salut habría dado el sí al nombramiento este pasado fin de semana, una vez tomada una decisión en firme y habiendo arreglado su situación contractual con la orden religiosa de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias que gestiona dos centros en Málaga y Granada dedicados a salud mental, personas mayores y cronicidad, y personas con discapacidad intelectual.

A buen seguro que la madre superiora de esta orden, María Paz Galán, echará a faltar a su ya ex director gerente, profesional al que calificó como "un hombre súper agradable y muy dinámico" cuando este diario se interesó por su situación.

Padre de Son Espases

El exconseller que le nombró director general del IB-Salut, Vicenç Thomàs, no dudó en calificarle como "uno de los padres de Son Espases" antes de abundar en la idea de que conoce muy bien tanto este hospital como a muchos de los profesionales que en él desarrollan su actividad asistencial.

"Sabe lo que es un hospital grande y conoce muy bien la estructura sanitaria de aquí y a la gente de aquí. Y vendrá para hacer un proyecto de hospital en un centro que ya cuenta con una sólida estructura de investigación (en alusión al IdISBa, Instituto de Investigación Sanitaria de Balears) y con unos estudios de grado", señaló realizando una velada crítica al anterior equipo gerencial que, cómo se recordará, procedía del "pequeño" hospital comarcal de Laredo (Cantabria).

"Ha faltado dinamismo, un proyecto estratégico, saber adónde vas", añadióThomàs, que también lamentó que 12 jefaturas de servicio de Son Espases, un cuarta parte del total, lleven mucho tiempo vacantes, dirigidas por coordinadores temporales que esperan que se convoque el proceso para competir por el cargo.

"Se fue a Málaga porque aquí le cerraron todas las puertas", recordó el exconseller, que también reveló que el presunto delito penal al que se acusó a Pomar la pasada legislatura por unos complementos salariales otorgados a los médicos fue especialmente doloroso para Josep Pomar.

"Felicito al IB-Salut porque ha contratado al Busquets o al Luka Modric de la gestión sanitaria", aseguraba ayer Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico antes de recordar dos de los, a su juicio, mayores logros de Pomar en su anterior etapa al frente del IB-Salut: Dar una moratoria de tres años para que los profesionales sanitarios pudieran acreditar el conocimiento de la lengua catalana y la fidelización, vía complementos salariales, de los facultativos de las Pitïuses y Menorca.

Tanto Lázaro como Miguel Ángel Romero, de UGT, y Francisco Moreno, de CC OO, reclamaron a Pomar que, entre sus primeras medidas, se encuentre la de solucionar el problema del parking de Son Espases. "Debería cambiar el comportamiento de excesiva colaboración con la concesionaria", reclamaron tanto Lázaro como Romero aludiendo a las demandas judiciales de esta contra trabajadores del hospital por impagos de 78 euros por aparcar mal en su zona reservada. "Que la gerencia sea la que tome las decisiones y dirija el hospital", reclamó Moreno.