El juez sitúa a Cursach al frente de la Policía Local de Palma y Calvià
Manuel Penalva sostiene que el magnate utilizaba a las cúpulas policiales para proteger sus negocios y acabar con la competencia
El auto judicial que dictó el pasado viernes el juez Penalva, por el que justificó el ingreso en prisión de Bartolomé Cursach y de su ejecutivo, Bartolomé Sbert, asegura que el empresario controlaba a la Policía Local de Palma y Calvià para proteger sus negocios y hundir a los de la competencia. El magistrado describe con nombres y apellidos a los funcionarios policiales que trabajaban al servicio de Cursach, realizando unos funciones de seguridad en sus locales, y otros avisándoles con antelación cada vez que estaba previsto realizar una redada en alguno de sus negocios.
El magistrado afirma que Cursach ha conseguido controlar prácticamente todo el negocio nocturno de Palma y Calvià gracias a su influencia entre determinados políticios, funcionarios y policías. Así conseguía, no solo que se protegieran sus negocios, sino sobre todo que se perjudicara a los de la competencia, hasta que conseguía comprar sus locales a un precio muy por debajo del valor real.
Especial contundencia tiene el relato que hace el juez sobre algunos empresarios del sector, que aseguran que han sido perseguidos por empleados de Cursach, hasta el extremo de que han sido coaccionados, vigilados y extorsionados porque desarrollan una labor de competencia hacia su jefe. Un antiguo director de una de las discotecas más importantes del imperio Cursach asegura que se sabía el nombre de los policías que avisaban con anterioridad y que mientras él trabajo nunca se hicieron inspecciones.
También detalló que las sanciones que imponían a sus trabajadores de la calle pocas veces se pagaban, porque Sbert conseguía que se anularan. Este empleado detalló que cuando cambió de empleo y dirigió una discoteca de la competencia, las inspecciones eran constantes, hasta el extremo de que el negocio tuvo que ser cerrado a propuesta de la Policía Local. Este testigo asegura que Cursach controlaba a los jefes de la Patrulla Verde y que tenía la capacidad de ordenar los nombres de los locales que se tenían que inspeccionar.
Sobre los homicidios, en el auto también se detalla la declaración de dos testigos que aseguran que Cursach estuvo detrás de la muerte de dos exempleados, que fallecieron ambos por sobredosis de droga. Uno de ellos, al parecer, tenía fotografías del empresario con varios menores desnudos.
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