El Govern va a tener que reducir las líneas de autocar que debían enlazar el aeropuerto con las principales zonas turísticas de Mallorca, y en el resto elevar el precio o rebajar las frecuencias que se habían previsto, como parte de las demandas de los taxistas para poder desconvocar las movilizaciones que se habían anunciado y que debían iniciarse con una huelga durante el próximo lunes.

Las patronales del taxi se reunieron ayer para redactar el documento definitivo en el que se recogen las compensaciones que exigen a cambio de aceptar la puesta en funcionamiento de las citadas líneas de autocar, y le fueron enviadas al conseller de Movilidad, Marc Pons, con el fin de obtener hoy una respuesta sobre estas peticiones durante la reunión que ambas partes tienen previsto mantener durante la mañana.

Los taxistas ya habían anunciado que iban a exigir medidas para limitar el número de coches de alquiler que circular por Mallorca, para anular algunas de las últimas licencias concedidas para coches con conductor, y un plan de rescate de licencias, punto este último que se reconoce como muy difícil de conseguir. A ello hay que sumar ahora la demanda de que las líneas que se van a poner en marcha se reduzcan a cuatro (eso supondría suprimir una de las dos que se habían previsto para el municipio de Calvià), y no impulsar la lanzadera que en el último momento se había anunciado entre Son Sant Joan y la estación intermodal de Palma. Además, el Govern tenía previsto fijar entre los 5 y los 10 euros el precio del billete de los buses turísticos, y los taxistas quieren elevarlo, o reducir las frecuencias de este servicio.