Si alguien conoce bien a Daniel Bachiller ese es su antiguo jefe Álvar Agustí, el prestigioso neumólogo catalán que lideró el proyecto de la Fundación Caubet Cimera y que salió de la isla por la puerta de atrás tras sus desencuentros con el polémico científico adscrito a Podemos.
Este diario contactó con el doctor Agustí, que en estos momentos dirige el Institut Clínic Respiratori del Hospital Clínic de Barcelona, y le preguntó sobre su relación con Bachiller. "Soy la única persona que le ha despedido, cuando trabajaba para la Fundación Caubet Cimera. ¿Por qué? La cosa iba muy mal. No estaba nada en sintonía ni alineado con el proyecto (de enfermedades respiratorias) en el que estábamos trabajando", rememoró.
Informado de la inquina que Bachiller suscita entre la comunidad científica balear, el doctor Agustí no dudó en "alinearse" con la opinión de este colectivo. "Mantuve con él una relación muy difícil, muy tóxica. Por su forma de trabajar, por su baja productividad. ¿Qué ha publicado en los últimos años? ¿Qué hace?", se preguntó el neumólogo que, cuando fue informado de que Bachiller alega que está trabajando en patentes para justificar su escasa producción de artículos científicos, se volvió a preguntar: "¿Los últimos diez años trabajando en patentes? Lo que hacen los científicos es publicar artículos", sentenció.