El Consell de Mallorca ya daba por hecha la compra de la finca de Can Sec, ubicada en Alaró. El inmueble, alquilado en la actualidad por el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) como centro de primera acogida de menores tutelados, iba a pasar a manos de la institución insular después de que se hubiera cerrado por 1.250.000 euros su compra. Sin embargo, a falta de rubricar la operación y finalizar el trámite, los planes han saltado por los aires: unos extranjeros han activado una opción de compra que existía sobre el bien, dejando al Consell sin opción para seguir con la operación inmobiliaria.

La compra de la finca, ubicada en la carretera de Alaró a Lloseta, pretendía poner fin a los desplazamientos del centro de primera acogida de menores tutelados del IMAS. Por el perfil de estos menores y el impacto que tienen en los inmuebles, la institución encuentra problemas para renovar sus alquileres. Por ello, con la finalidad de encontrar una ubicación definitiva para este servicio, de evitar los elevados costes de los alquileres y poder amortizar el gasto, el Consell tramitó la compra de la finca de Can Sec, en la que el centro de primera acogida de menores tutelados está instalado en la actualidad desde septiembre de 2015 y cuyo contrato de arrendamiento finaliza en 2017. La institución insular ya había cerrado con el actual propietario el precio de la operación en 1.250.000 euros. Según el Consell, esta cantidad no alcanzaba la mitad del coste real de mercado.

Sin embargo, a falta de rubricar una operación que iba a salir a todas luces redonda para la institución, el Consell se ha quedado finalmente sin Can Sec. Unos ciudadanos de nacionalidad sueca, según informan desde el Consell, habrían activado una opción de compra que tenían sobre la finca.

Búsqueda de alternativa

El Consell desconocía la existencia de este precontrato. Esta opción, con la que estos particulares se harán con la propiedad de la finca, deja al Consell fuera de la operación. Según la institución insular, al conocerse esta opción de compra, se ha desistido de los planes de compra del inmueble.

Desde el IMAS se consuelan en que se haya activado la opción de compra antes de que cerraran definitivamente la adquisición, ya que creen que hubiera podido ocasionarles problemas en el futuro. No obstante, ahora, la institución insular se ha quedado sin ubicación para su centro de primera acogida de menores y debe buscar otra.

El contrato de alquiler entre el departamento de Servicios Sociales y la propiedad de Can Sec finaliza en 2017. El departamento de Servicios Sociales confía haber encontrado una nueva ubicación antes de tener que abandonar la citada finca. Además, recuerdan desde el Consell, que al no haberse ejecutado la compra de la finca de Can Sec, los 1.250.000 euros que se iban a invertir siguen disponibles.

Can Sec tenía capacidad para acoger entre 12 y 15 menores y posibilidad de ampliarse hasta las 20 plazas. Los adolescentes tutelados que ingresan en este centro de primera acogida, presentan habitualmente un perfil muy conflictivo -motivo por el que son habituales los incidentes en las instalaciones y por lo que el IMAS tiene problemas para renovar los alquileres-. Su estancia en este servicio de primera acogida es de un máximo de seis meses, donde les atienden psicólogos y educadores sociales para su adaptación. Posteriormente pasan a otro de los centros de la red del IMAS.

El Consell busca ahora una nueva ubicación con las características necesarias para alojar este servicio. Con la partida económica ya disponible, el departamento de Servicios Sociales mantiene los planes de compra para acabar con los alquileres y que la próxima ubicación sea definitiva. Desde la institución prevén que antes de finalizar el año ya dispondrán de la nueva ubicación para el centro. No obstante, se tardó cuatro años en encontrar la finca de Can Sec.