En su casa de Deià veraneó el exministro socialista Narcis Serra. Y de su mano han conocido Mallorca magnates como el multimillonario que en 1992 logró quebrar al Banco de Inglaterra, George Soros, con el que compartió negocios e inversiones inmobiliarias durante décadas. También descubrió los encantos de la isla a otro millonario americano, David Stein, famoso en Mallorca por haber impulsado el imponente hotel Son Net y más famoso aún en el resto del mundo por su amistad (fidedigna) con la familia más aristocrática sin sangre azul: los Kennedy. Stein, un habitual de las fiestas veraniegas más exclusivas de la isla, amigo de celebridades como Laurent Bacall y de magnates financieros como los March y los Brufau (La Caixa), abrió los ojos a Mallorca acompañado del último nombre desnudado por los papeles de Panamá. Se llama Jordi Robinat, es catalán, apasionado de Mallorca y famoso entre los poderosos, pero ni con esas ha evitado que se haga pública su presencia en la firma con sede en las Islas Vírgenes Bromela LTD, compañía inactiva desde el año 2007.
Es el último VIP que tropieza con Panamá y sus papeles, los mismos que han destapado las vergüenzas de los Escarrer, en los que aparecen ocho miembros de la familia, incluidos en la lista de beneficiarios de una sociedad respaldada en persona por los fundadores del bufete del escándalo, Jurgen Mossack y Ramón Fonseca. Y otro tanto le pasa a la familia Riu, cuyo nombre está ligado, casi siempre como intermediarios, a diez empresas con actividad entre 1991 y 2007 en Niue, las Islas Vírgenes, Panamá y Jersey. A unos y a otros, el dinero los encumbró, y el dinero los desnuda.
