El juicio celebrado ayer en la Audiencia no termina con los problemas judiciales que Ballester arrastra desde hace más de seis años, a raíz de que estallara el caso Palma Arena. El exdirector general fue una de las cuatro personas detenidas y pasó tres días arrestado en comisaría. Ahora le queda por afrontar el juicio del caso Nóos, en el que figura como acusado, ya que su departamento contrató, a través de un procedimiento ilegal, los proyectos que encabezaba Iñaki Urdangarin. El fiscal ha solicitado que sea el primero de los acusados en declarar. Con toda seguridad declarará en contra del exduque de Palma, como también lo hará contra Jaume Matas, al que en su momento, en su primera declaración ante el juez Castro, acusó de ordenar la contratación de Nóos para que se organizaran los proyectos sobre turismo y deporte. Matas también le ordenó que pagara unas facturas.