Ya es oficial: tras dos años con una huelga convocada, más de tres semanas de parón lectivo, inumerables horas de negociación en sesiones maratonianas y duros reproches y acusaciones, los sindicatos STEI-i y CCOO firmaron la paz ayer con la conselleria de Educación. El conseller se compromete a impulsar una serie de medidas de mejora los tres próximos años y los sindicatos desconvocan la huelga. Pero a Martí March aún le quedará otra convocatoria pendiente: la de la Assemblea de Docents, que se ha quedado sola a la espera del resultado de una consulta que realizarán en los centros educativos.

Para el conseller la firma de esta acuerdo -que se llevará a la mesa sectorial con todos los sindicatos para que sea ratificado- supone un "punto de partida" para recuperar el diálogo y la confianza entre el sector y la Administración; reestablecer la normalidad tras la "situación conflictiva" vivida la legislatura pasada y empezar a trabajar para mejorar el sistema educativo, reiniciar el debate pedagógico y atajar problemas como el abandono escolar.

Biel Caldentey, secretario general del STEI-i, consideró que "la huelga ya no tiene sentido" y valoró el acuerdo "no como una camisa de fuerza, sino como un camino para confluir". Tanto él como Toni Baos, representante de la federación de enseñanza de CCOO, precisaron que aceptar el acuerdo no implica dar carta blanca a la Conselleria y aseguraron que estarán pendientes de que se vayan cumpliendo los compromisos firmados para recuperar los derechos sociolaborales perdidos. Asimismo solicitaron que ahora empiece un proceso similar para el personal de la enseñanza concertada.

¿Por qué no lo ha aceptado la Assemblea? Guillem Barceló, quien criticó que la Conselleria no ha respetado sus tiempos de deliberación y que la firma del acuerdo ha sido "muy precipitada", señaló que el ritmo fijado para revertir todos los ajustes -tres años- es "ultra lento". El portavoz de la Assemblea hizo estas declaraciones tras la reunión de los comités de huelga con March. Los representantes de la Assemblea acudieron para expresar su postura; después se marcharon y el conseller, Baos y Caldentey firmaron el acuerdo.

Según indicó Barceló, ellos echan en falta un "plan de choque" para atajar temas como el número de alumnos por aula este curso y también les falta un compromiso concreto de aumento de gasto en Educación (ellos calculan que para anular los recortes el presupuesto debería aumentar en dos décimas en 2016).

En este sentido, March aclaró que Educación se ha coordinado con la conselleria de Hacienda y que no ha prometido nada que no pueda asumir, pero también quiso hacer ver que los "complicados presupuestos" para 2016 aún se están trabajando y que por eso no puede precisar más el aumento de la inversión en Educación. Lo que sí está por escrito y calculado es que las medidas pactadas para el curso que viene supondrán un gasto de 43 millones de euros.

La Assemblea explicó ayer al conseller su intención de realizar un proceso de consulta por los centros para que los profesores voten si aceptan o no el acuerdo. Dicha votación, según precisó Barceló, se hará con voto nominal, actas y urnas. Aún no hay fecha prevista para dicha consulta.

El conseller aclaró que por su parte el acuerdo está cerrado y que aunque están "abiertos a seguir hablando con todo el mundo", el proceso de negociación concluye con el pacto firmado: "Seguir negociando sería deslegitimarlo".

El contenido del acuerdo

El secretario general del STEI-i valoró que el acuerdo incluye una declaración de intenciones para avanzar hacia un modelo consensuado de enseñanza en catalán "para que no se vuelva a tocar". El documento incluye un punto sobre "proyectos lingüísticos", que especifica que ese modelo partirá del Decret de Mínims y su objetivo será que los estudiantes asuman "las competencias comunicativas en catalán y en castellano". La enseñanza del inglés no se menciona.

Respecto a la LOMCE, el pacto firmado también prevé aspectos como que sean los propios equipos docentes quiene envíen propuestas de preguntas y acoten contenidos para las pruebasde 3º y 6º de Primaria que se harán este curso. También calendariza los plaozs de elaboración de los nuevos currículums, cuyos primeros borradores ya están siendo presentados a la comunidad educativa.

Para el curso que viene, se preven medidas como la recuperación de parte de la paga extra de 2012; que los docentes vuelvan a cobrar el 100% de las bajas y empezar un proceso de disminución del número de alumnos por aula, así como el de horas de clase del profesorado de ESO. El plan prevé acciones hasta 2019.