A las ocho de la mañana de ayer estaba prevista la llegada al Port d'Alcúdia del Bouga, una embarcación procedente de Irlanda que trajo a Mallorca 3.500 toneladas de basura para incinerarlas en la central de Son Reus.

La llegada del Bouga supone el primer caso de importación de basuras de la actual legislatura, un Govern que aseguró, a lo largo de la campaña electoral, que tomaría todas las medidas necesarias para la detención de la llegada de residuos europeos a la isla bajo el lema Mallorca no es el basurero de Europa.

Sin embargo, portavoces del pacto han asegurado que la llegada de esta embarcación responde a contratos anteriores que por el momento, por cuestiones de tiempo, no ha sido posible detener. Y es que, según los acuerdos vigentes, la llegada de basuras queda paralizada durante los meses de verano para retomarse de nuevo a mediados de septiembre. Es decir, el Bouga no solo supone el primer barco en llegar de la legislatura, sino también el comienzo de la importación después del parón veraniego.

Sin embargo, a pesar de que la llegada de la embarcación estaba prevista para primera hora de la mañana, el estado del mar generó que su amarre en el puerto se demorara más de cinco horas, pues eran ya las dos del mediodía cuando el carguero llegó al puerto de la localidad. En concreto, el barco permanecerá en el Port d' Alcúdia aproximadamente hasta el sábado. Y es que, por lo general, este tipo de embarcaciones requieren unas maniobras de descarga específicas que suelen durar entre dos y tres días. En concreto, se debe preparar todo un operativo que implica acoplar una grúa al barco, además de precintar el cargamento para asegurar que no se filtren los olores al ambiente, entre otras precauciones.

En concreto, los ciudadanos de Alcúdia se han mostrado, en diversas ocasiones, contrarios a la llegada de basuras a su puerto comercial. Así, ya en la anterior legislatura se escucharon reiteradas quejas por parte de los vecinos del Puerto haciendo referencia a los olores que llegaban hasta sus casas.

Además, el pasado mes de enero tuvo lugar una multidinaria manifestación organizada por la asociación Moviment Alcudienc a la que se unieron diferentes organizaciones y partidos políticos, marchando hasta las puertas del puerto comercial bajo el grito No volem ser el femer d'Europa.

Por su parte, el actual alcalde de Alcúdia, Toni Mir, explicó que hasta ayer no tenía constancia de la llegada de la embarcación. Al mismo tiempo, remarcó la posición del ayuntamiento de Alcúdia, que, según explicó Mir, envió un documento firmado al Consell dejando clara su disconformidad con la situación "No estamos de acuerdo con que Mallorca sea un vertedero, y, en concreto, que lo residuos entren por Alcúdia no supone ningún beneficio para nuestro municipio" argumentó.

Sin embargo Mir remarcó que su opinión es lo único que la corporación municipal puede aportar, pues la competencia de decidir o tomar las medidas pertinentes para la detención recae únicamente en el Consell de Mallorca.