Dice el artículo 14 de la Constitución de 1978 que todos los españoles son iguales ante la ley, solo que los números revelan que son unos más iguales que otros. Los baleares tienen la doble condición de ser los que más aportan al Estado y los que menos se benefician de la inversión estatal. O casi. Este año, por primera vez en una década, hay una autonomía que recibe aún menos por habitante que Balears. Es Canarias, que obtiene 254 millones de euros, 114 euros por vecino censado en un archipiélago que, a diferencia de Balearas, tiene un sistema fiscal propio con impuestos rebajados. También disfrutan de subvenciones exclusivas que apenas rozan Balears. Un ejemplo es la bonificación al transporte interinsular de mercancías: Canarias recibirá para compensar su insularidad 53 millones, mientras que Balears tendrá 1,7 millones, que todos los españoles son iguales, pero hay españoles y españoles, como hay archipiélagos y archipiélagos.

Y a Balears le salió cruz, con lo que queda relegada al vagón de cola que le ha reservado Rajoy durante cuatro años, en los que el dinero del Estado se ha ido fundamentalmente a hacer AVEs. Queda claro al observar los datos de inversión (tienen la tabla junto a estas líneas), que colocan al frente a las comunidades que están construyendo un tren rápido que las islas pagan mucho y disfrutan poco.

¿Cuánto vale un balear para el Gobierno Rajoy? Si se atiende a sus últimos presupuestos (salvo que en noviembre le dé la vuelta a las encuestas), un mallorquín vale la mitad que un asturiano, por citar una región que, con casi idéntica población, ve llegar el doble de millones que las islas. Del mismo modo, harían falta cuatro baleares para igualar a un castellano (585 euros por barba, frente a los 141 del balear). Y lo mismo si se compara con los paisanos de Rajoy: cada gallego cotiza en los presupuestos del presidente nacido en Pontevedra cuatro veces más que un balear. O eso merece en unas cuentas en las que el líder del PP le reserva a su tierra 1.363 millones de euros, o dicho de otro modo, el doble en un año de lo que ha mandado Mariano Rajoy a Balears en cuatro.