­La primera reunión -informal- de los cinco nuevos miembros de la Mesa del Parlamento balear se saldó ayer sin una propuesta sobre los sueldos para la próxima legislatura. La flamante presidenta, Xelo Huertas (Podemos), se mostró reacia a rebajar su paga y reducir el número de cargos de confianza que le corresponden (cuatro, entre personal de su gabinete, asesores y chófer). La actitud de Huertas sorprendió especialmente a los dos representantes del PP en la Mesa, María Salom y el ibicenco Miguel Jerez, si bien ambos son contrarios a dichos ajustes ya que su partido sería el mayor perjudicado al estar en la oposición.

El sueldo anual asignado a Huertas es de 79.833 euros anuales. Según fuentes parlamentarias, la nueva presidenta adelantó su intención de quedarse solo una parte de dicha remuneración -Podemos propone que sus cargos perciban una nómina máxima de tres veces el salario mínimo-, y entregar el resto a una fundación dependiente de su partido.

Se abrió entonces un debate, recordando que Podemos, PSIB-PSOE y Més han acordado rebajar las pagas de los cargos electos y quitar asesores. Aunque Huertas renunciaría de facto a cobrar íntegramente los casi 80.000 euros, se consideró que habría que hacer un gesto global de cara a la ciudadanía. De hecho, durante las negociaciones del tripartito se ha hecho hincapié en que los sueldos de la Mesa del Parlamento son muy elevados, sobre todo la presidencia, y habría que rebajarlos notablemente. Huertas rebatió que su sueldo sea mayor que el que cobrará Francina Armengol por presidir el Govern, y vio injusto que se tenga que ver afectada por un tijeretazo mayor que el resto de parlamentarios, si bien no se cerró en banda.

Finalmente se decidió estudiar a fondo el tema de cara a tratarlo el jueves, ya en una Mesa formalmente convocada.