La Congregagión de los Misioneros de los Sagrados Corazones -conocidos popularmente como coritos-, orden a la que pertenece Antoni Vallespir, el prior de Lluc apartado del cargo por un presunto caso de pederastia, proclamó ayer públicamente la inocencia de su clérigo. Y para ello aprovechó el púlpito de la iglesia del santuario durante la celebración de la misa de ayer domingo.

Y todo ello pese a que a primera hora de la mañana el obispo de Mallorca, Javier Salinas, se desplazó hasta el santuario de Lluc para expresar su apoyo a la comunidad religiosa, a los padres de los alumnos y a los trabajadores del santuario en estos difíciles momentos, tal y como adelantó ayer DIARIO de MALLORCA.

Una visita en la que el prelado también quiso zanjar de raíz los rumores de una posible salida de la Congregación de la gestión del santuario que mejor representa la espiritualidad de Mallorca apoyando expresamente el trabajo realizado por la Congregación.

El obispo Salinas llegó a la escolanía de Lluc minutos antes de las diez de la mañana y mantuvo la citada reunión con los religiosos, los padres de los alumnos. El prelado declinó hacer declaraciones alegando que ya había dicho todo lo que tenía que decir sobre el asunto -la acusación de pederastia que pesa sobre el prior Vallespir y que ha propiciado la decisión del Obispado de apartarle del cargo- y remitió a un comunicado posterior (bajo estas líneas).

Tras la reunión y antes de marcharse, se pudo ver a Salinas en el templo minutos antes de que comenzara la misa para saludar a la Mare de Déu de Lluc y dar una palmada de apoyo al director de la coral de blauets. Aunque estaba previsto que la eucaristía de ayer la celebrase el vicario de la parroquia, el padre Manel Soler, finalmente fue oficiada por Josep Amengual, delegado de la Congregación en Mallorca muy unido al prior defenestrado por el Obispado.

"Le han destrozado la vida"

"Pasamos por unos momentos muy dolorosos. Han destrozado la vida de Toni Vallespir no sabemos en base a qué criterios", entró Amengual sin preámbulos en el asunto. "Ha sido condenado sin juicio por unas personas. ¿Qué clase de democracia es ésta?", se preguntó el clérigo antes de reclamar la presunción de inocencia para Vallespir y recalcar que "ahora es más estimado por la Congregación porque está sufriendo. Y mañana comienza con quimioterapia", reveló en alusión a los problemas de salud por los que pasa el prior apartado.

Tras prometer que los máximos responsables de la Congregación se desplazarán más a menudo a Lluc para apoyar las actividades educativas y religiosas del santuario y recordar que los Misioneros de los Sagrados Corazones llevan 124 años administrando el complejo, Amengual reiteró que "creemos en su inocencia (de Vallespir). No somos nadie para juzgarle. Digan lo que digan los tribunales, y aunque lo respetaremos, no son palabras de Dios, son palabras humanas", recalcó obviando que el Obispado se habría sustentado en unas contundentes evidencias de culpabilidad para apartar de manera tan fulminante a Vallespir del priorato de Lluc. Amengual concluyó la misa pidiendo un ruego "por el padre Toni y por la persona que le ha acusado".