Desde que Rafael Bosch aprobara el decreto TIL original hasta ahora, Educación ha generado mucha normativa e instrucciones para asegurarse la aplicación del trilingüismo en los colegios. Y según esas normas han ido naciendo, los colectivos contrarios al proyecto y a cómo lo está aplicando la Conselleria han ido presentando recursos para anularlas. La orden de aplicación del TIL que la consellera Camps ha tenido que firmar este curso después de la sentencia del TSJB de septiembre de 2013 ha sido recurrida por las federaciones de asociaciones de padres FAPA-COAPA; por los sindicatos y por la Assemblea, que han pedido su suspensión cautelar. Asimismo, la resolución de la directora general Cerdà del pasado mes de julio que obliga a los centros a aprobar los proyectos TIL aunque no lo tengan aprobado por el claustro, acumula ya cuatro recursos de alzada de diferentes entidades. Los inspectores han recurrido por su parte unas instrucciones sobre el criterio para aprobar los proyectos.