La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha dictado este martes una sentencia que absuelve a Martín Candioti, el apicultor acusado de un delito de incendio forestal por imprudencia grave a una superficie de considerable importancia, afectar a espacio natural protegido y con un peligro para la vida o integridad física de las personas, en relación al incendio forestal de Morna (Sant Joan, Ibiza) en mayo de 2011. Candioti se enfrentaba a 11 años de prisión tras haber pasado ya un año en la cárcel.

Los hechos juzgados ocurrieron en mayo de 2011, cuando tuvo lugar en la zona conocida como Morna, perteneciente al municipio de Ibiza de San Joan, uno de los incendios forestales más graves que ha ocurrido en la isla, al quemarse una superficie de 1.576 hectáreas, en su mayor parte catalogadas como área natural de especial protección (ANEI). El fuego provocó que se desalojaran entre 80 y 100 domicilios de la zona.

El acusado desarrollaba en la zona, en el momento de iniciarse el fuego, su actividad como apicultor, a la que se dedicaba desde hacía al menos 10 años. Concretamente, prendió fuego a un ahumador, lo cerró e insufló humo hacia la colmena de abejas durante diez minutos. Tras acabar, estuvo observando la colmena durante otros diez minutos, tras lo cual se fue a su casa llevándose consigo el ahumador, según consta en los hechos probados.

La sentencia considera que por su actuación no puede imputársele una imprudencia grave, la cual requiere la omisión de "las más elementales reglas de cautela o diligencia" exigibles en la realización de su actividad. Contra la sentencia cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

Durante el juicio se escuchó, uno a uno, el testimonio de los 50 propietarios de fincas y viviendas que se vieron afectados por el siniestro, muchos de los cuales salieron corriendo para escapar de las llamas. El fuego destruyó algunas de sus casas y arrasó muchas fincas.

En la exposición de las conclusiones, la defensa de Candioti mantuvo su petición de libre absolución de Candioti al considerar que las tesis acusatorias solo se basan en «hipótesis, probabilidades y posibilidades», nunca en pruebas fehacientes de que el argentino de 53 años de edad fuera el causante. La fiscalía mantuvo su petición de que sea condenado a 11 años de prisión por un delito de incendio forestal por imprudencia grave.