Decía esta semana el economista Juan Ignacio Crespo que de la crisis económica "habíamos aprendido mucho, pero ya se ha olvidado". Su análisis es perfectamente extrapolable al mundo del petróleo y las prospecciones: la sucesión de catástrofes no impide que hoy se pique a más profundidad que nunca con técnicas cada vez más peligrosas. Y los precedentes se las traen. Los han analizado los estudiosos de Oxford Economics, que dibujan dos escenarios posibles tras un vertido como el de la ´Deepwater´. El primero cuenta un tiempo bajo de recuperación (quince meses) y el segundo se va a casos como el del ´Exxon´ o el de la ´Deepwater´ para fijar un período de vuelta a la normalidad de 36 meses. Pues bien, en el primer supuesto, el suave, la facturación cae entre un 12% y un 19% al año de la mancha de petróleo, y cuando transcurren tres años, el negocio aún es entre un 4 y un 7% inferior. En el escenario más duro (36 meses de recuperación de las costas), los cálculos son más feos: entre un 25 y un 41% de desplome turístico al año del desastre, y entre un 8 y un 20% a los tres años. Para sacar sus conclusiones, los científicos estudiaron todo tipo de catástrofes con efectos en la economía en general y el turismo en particular.

VERTIDOS

Muchos precedentes, pocos cambios petroleros

En 1979, en el golfo de México, una torre petrolera, la Ixtoc, pintó de negro 170 kilómetros de playas estadounidenses. Con los medios de entonces, el impacto turístico del desastre superó los tres años. Estados Unidos, como hacen México o Venezuela, siguieron dando prioridad al petróleo sobre el medio ambiente el turismo, como parece hacer ahora el Gobierno español. En vertidos más recientes como los de los petroleros Exxon Valdez y Prestige (Galicia) el tiempo de recuperación turística está entre uno y dos años. Claro que ni Alaska ni Galicia viven del turismo. Por eso en Oxford Economics estudian los daños de otro tipo de catástrofes.

HURACANES

Hasta cuatro años de desastre

El ´Katrina´ es el precedente más preocupante: barrió Nueva Orleans en 2004 y hundió su economía turística durante casi cuatro años, aunque los efectos aún duran. En 2008, las reservas aún estaban un 25% por debajo de lo normal. En otros huracanas en zonas de sol y playa, los daños rondan en el sector rondan un año.

BROTES EPIDÉMICOS

Un año de temores y caída de reservas

La gripe A y la porcina fueron los últimos grandes sustos mundiales. Su impacto económico en uno de los focos, México, una economía con importante peso turístico, rondó los nueves meses. La caída en la facturación turística fue cuantiosa: un 40%.

TSUNAMI

Un año de impacto

"Los turistas cada vez regresan antes tras un desastre", avisa el presidente del operador turístico alemán DER. Y los precedentes le dan la razón: un año después del tsunami que machacó indonesia, dejando decenas de miles de víctimas, el turismo volvió a la normalidad. Claro que las labores de recuperación de la costa son más sencillas que en un vertido.

TERRORISMO

Da más miedo que los tsunamis

El tiempo de recuperación del turismo tras los atentados del 11-S en Nueva York fue de 28 meses. Con el del 11-M en Madrid fueron 9.