Entre la política y la música, se queda con esta última. Es su pasión. Miquel Durán Pastor (Palma, 1934) habita, con su mujer, una gran casa en el centro de Palma repleta de libros, obras de arte y compact disc. Incluso tiene un espacio habilitado para ofrecer conciertos, que dejaron de dar cuando el pasado año el Auntamiento les planteó problemas, que organizaba la Associació Les 4 arts de la Pompeiana, que fundó con su mujer. A finales del pasado año presentó sus memorias en Palma y en pocos días lo hará en París.

„Sus memorias reflejan una intensa vida. ¿Se arrepiente de algo?

„Yo repetiría lo mismo, salvo las situaciones penosas de pérdidas de seres queridos. Nos dicen que la historia no se repite, pero no es exacto. Se repite más de lo que parece.

„¿Ve ahora una repetición de la historia?

„Sí. Me da la impresión, y quizá me equivoque, de que hay muchos nervios y una inquina contra el otro... En política no debe haber enemigos. Hay opositores, nada más. En mis memorias cuento como en 1977 Gil Robles me envió un aviso de que no escandalizara a la gente, porque en mis primeros días en Madrid fui a comer con Juan Benet, historiador como yo. Le contesté al emisario que ahora comprendía ciertos fracasos electorales, como el de Gil Robles. Él aún llevaba la Guerra Civil dentro.

„La Guerra Civil podía explicar las inquinas de entonces,. ¿Y la que detecta ahora?

„Me pregunto constantemente el por qué de la inquina actual. Me da la impresión de que no se ha valorado la Transición. Es cierto que no todos eran maravillosos y yo mismo fui crítico con Suárez . Pero esto no tiene nada que ver con las formas, con cómo se hacía política. Nos dimos cuenta de que no había que forzar la marcha. Un amigo comunista, por ejemplo, me decía en aquellos años de la Transición que él incluso había defendido a los de ETA, pero que cuando les dijo que ya había democracia y libertad y que no tenía ya sentido, le sacaron la lengua. Ese es un ejemplo de la situación de entonces. De ahí la valentía de Suárez. El sabía lo que le esperaba.

„¿Lo que le esperaba o a lo que se arriesgaba?

„Lo que le esperaba. Cuando se dio cuenta del mundo que pisaba supo a lo que se arriesgaba. Por ejemplo, en los primeros días en Moncloa fuimos a saludarle un grupo y en voz alta se preguntó que quién defendía al Estado. Tal y como estaban en esos momentos los cuarteles, o la Policía, se daba cuenta de que no había una fuerza capaz de defender al Estado en un determinado momento. Me impresionó porque ví a un hombre pesimista. Al cabo de pocos días me dí cuenta de que tenía toda la razón.

„¿Lo que él quería decir es que el Ejército y las Fuerzas de Seguridad no estaban por la labor de defender la democracia?

„Eso es. Y se demostró. Cuando en el grupo parlamentario de UCD nos planteamos la Constitución, yo percibí dudas respecto a si había que eliminar la pena de muerte Aquello me enfureció. Yo soy un liberal, pero no económico sino en el sentido de la libertad. Le dije a Suárez que si me habían engañado y querían mantener la pena de muerte, como había escuchado insinuar a Landelino Lavilla, esos demócratacristianos, haría una espantada y convocaría a la prensa para explicar qué tipo de gente eran. Me preguntó si esa amenaza no era una comedia por mi parte y le dejé claro que no, que era algo que lo sentía muy dentro. El me contestó: "Y yo también". Era una época difícil. Había gente que no te saludaba por la calle.

„¿A usted no le saludaban?

„Exacto. Recuerdo que una vez uno me llamó en Jaime III y en un momento dado oí decir "eres un cabrón". Yo nunca he presumido de valiente, más bien todo lo contrario, pero me encaré con él y le pregunté por qué me decía eso. Su respuesta fue que Albertí y yo teníamos la culpa de la catalanización.

„¿Es en todo esto donde ve que se está repitiendo la historia?

„Sí. Leguina, que no es sospechoso de nada, tuvo que decir que ya estaba bien de meterse con la Transición. La Transición se hizo como se podía hacer.

„Fue crítico con Suárez. ¿Qué piensa ahora?

„Un salto mortal se puede hacer una vez, pero nada más. Esto es lo que no comprendió Suárez. Hacer una coalición y llamarnos para plantearnos lo de convertirnos en un partido único fue un mal comienzo. En este país hay una fobia a las ideologías. ¿Como vas a ejercer tus libertades, la democracia, sin ideología?

„Usted fue en la lista de UCD como independiente.

-Sí. Me afilie al partido de Larroque (Partido Liberal), que cuando vio que no sería ministro dijo que no iría en la lista, lo que me enfadó. Entré como independiente en la lista de UCD. Me quede sin Larroque, pero en Joaquín Garrigues y Antonio Fontán (Partido Demócrata) encontré una guía. Ellos decían continuamente que no había que ir contra del País Vasco ni contra Cataluña. Garrigues era un hombre de Estado, incluso más que Suárez. Me pregunto qué pasaría si ahora hubiera el Gobierno de entonces.

„¿Y qué se responde?

„De entrada, se hablaría más. Ahora no se habla, se dan empujones, portazos, pero no hay voluntad de dialogar. Si Suárez se salva es porque fue un gran dialogador.

„¿Se ha mitificado la Transición?

„Podría parecer que sí, pero la Transición es un fluir continuo. Lo que pasa es que no se puede volver atrás. Suárez no comprendió que había un niño preparado que se llamaba Felipe González y eso le llevó a las horas tristes de tener que despedirse del pueblo español. Tampoco pasa nada. Te vas y ya está.

„Usted se fue.

„Un día vinieron algunos jóvenes liberalitos diciéndome que no podíamos abandonar todo eso. Los liberales eramos una cosa muy rara, formábamos grupitos enfrentados... Qué le voy a decir. Me quedé con Unión Liberal hasta que se fue Antonio Fontán porque que no podía aguantar más y entró Segurado. Me llamó Cela y me preguntó por qué me iba de Union Liberal y que me lo pensara. Me dijo que fue Max Mazin (impulsor de la primera organización de empresarios españoles no ligada al franquismo) el que le pidió que me dijera que me quedara. Cela y yo eramos muy buenos amigos. Muchas veces lo recibí por la noche, porque estaba harto de esta ciudad, de Mallorca.

„¿Por qué?

„Una vez me comentó que había un vicio que era la clerofilia. Otra vez me dijo: "aquí no tenemos un Meaurio, tenemos un cagaurio".

„¿Por qué se convirtió usted en ´donjuanista?

„Yo no creía que una derecha moderada como UCD fuera a ganar las elecciones. Para mí estaba cantado que ganaría la izquierda. Al día siguiente del triunfo electoral unos amigos me dijeron que convenía que hablara con don Juan. Me llevaron a su barco y ese día me convertí en donjuanista. Me dijo cosas como que lo teníamos difícil porque en este país no había demócratas y que no había más que ver la cantidad de cartas de recomendación que le habían mandado para que su hijo nombrara a senadores reales. Aquel día yo creí en don Juan, porque me di cuenta de que la monarquía que empezaba tenía buen fuste.

„¿Qué recuerda del 23F?

„De Suárez hay quien dice que lo más grande que hizo fue aguantar en su escaño, sin tirarse al suelo. A mí me emocionó más ver a Carrillo, que sabía que la camisa no le tocaba la piel. Saco un cigarrillo e hizo un gesto con las manos. Aquello me queda en la retina. Me quedé parado, vi que todos se tumbaban al suelo. Incluso Suárez ha dicho que de no ser presidente también se hubiera tirado.

„Tras su etapa en Madrid, llegó UM.

„Cuando lo de Unión Liberal salió mal, Maximiliano Morales me lanzó un anzuelo para que me fuera a UM. Estaba Albertí, Melià... Yo no tenía ubicación en partidos estatales, así que me quedé. Alguien me ha recordado que ya antes yo había acuñado la idea de que teníamos que preparar una barquita por si no iba bien UCD. El modelo era CiU. En aquel tiempo aún tenía esperanzas en CiU, que se han debilitado, obviamente. Me quedé en UM hasta que decidí irme porque ya no se podía aguantar. Pero antes tuve que apaciguar un poco a los que no querían un pacto con la derecha, con el PP de Matas. Yo veía que era lo que teníamos que hacer, pero después UM se fue otra vez con la izquierda y perdió credibilidad. A partir de ahí ya nadie la creía. No fueron listos. Hubo una gran confabulación contra UM.

„¿Una confabulación por parte de quién?

„Todos los partidos se confabularon para añadir más problemas. UM no convenía, fuera con o sin corrupción. No interesaba. Ahora harán lo mismo con el PI. No interesaba porque en Madrid nos ven como una colonia y no hay nada que hacer. Por ejemplo, Bauzá dice que no a las prospecciones, pero en Madrid el PP ha votado lo que ha votado.

„¿Qué opina de Munar?

„Era una gestora y eso se paga. Un político no puede reducirse a gestionar. En UCD también hubo a quienes les gustaba más gestionar que hacer política. Por ejemplo, cuando fui secretario general convoqué a demócratacristianos, liberales, socialdemócratas, falangistas redimidos... Desde las alturas me lo prohibieron. Me criticaron la manía de la ideología. No dije nada, pero sabía que ya estaba sentenciado. Un buen día llegué de Madrid, fui al partido y en el despacho me encontré a Carlos Morales de secretario general.

„¿A Munar le faltaba ideología?

„Ella dice que la tenía y si lo dice lo aceptaré, pero las convicciones hay que aguantarlas hasta el final. Cuando puso la Diada de Mallorca el 12 de septiembre, me fui al patio de la Misericordia y vi que en el programa de actos se había incluido a la Orquesta Sinfónica. ¿Sabe lo que iba a interpretar? Capricho Español y el Barbero de Sevilla. Eso para la Diada de Mallorca. Me quedé estupefacto. Comenté a Munar que esperaba que rodaran cabezas y me dijo que no. No me había fijado que en los muros de la Misericordia estaba la frase ´mane, tecel, fares´ (contado, pesado y dividido). Ese día me fui muy enfadado. No sé quién le aconsejó a Munar lo de la fecha del 12 de septiembre para la Diada. Debería ser el 31 de diciembre.

„Como defiende el PSM.

„Yo siempre decía que UM y el PSM eramos primos, que debíamos entendernos y que a lo mejor un día seríamos hermanos.

„UM ha quedado como la imagen de la corrupción, en la que cayó toda su cúpula.

„Sí. Los que estábamos fuera del aparato no lo sabíamos. Yo ya me había ido alejando poco a poco. Un buen día, celebrando la entrada de UM en la Internacional Liberal, Munar me cogió y me dijo que no estuviera preocupado porque ya había vendido todos sus negocios. Después comprobé que no. La idea de meter a Miquel Nadal en una lista no creo que la diseñara precisamente un premio Nobel. ¿Quien era Miquel Nadal? En su despacho había cosas raras. Era un hombre avieso. No era un dechado de buenas intenciones.

„¿Qué le parece el Govern de Bauzá?

„No lo veo, directamente. Percibo los gestos del Parlament y no me gustan. Se fuerzan y se imponen cosas sin necesidad, como en educación o en el tema lingüístico.

„¿Qué consejo le daría?

„No he sido nunca partidario de dar consejos. Lo que sí se es que la democracia es muy frágil. Es cara, aburrida y obstinada. Lo que no puede hacer un gobernante es ir contra la corriente, contra lo que siente la sociedad. Corriente significa ir a más, nunca a menos porque eso es fatal.

„¿Está yendo a menos?

„Sí. En la educación, por ejemplo, esta siendo fatal. Estos días he leído que los jóvenes no saben quién es Suárez ni la Transición. La culpa la tienen los planes de estudios. Esto es muy triste.