El paso del tiempo y ciertos avatares han conducido a que esta vez sí haya distanciamiento personal y jurídico entre el juez valiente -que no estrella- y el fiscal incombustible. Esperemos que no sea necesario conformar una Sala de discordia, y vuelva la armonía que tantos beneficios ha reportado a la ciudadanía.

Por la cuenta que le trae, Jaume Matas ya celebra por adelantado la ruptura del tándem, otro de sus imperdonables errores de bulto. Mientras el expresidente pierde el tiempo en brindis inútiles, otro de sus antiguos colaboradores en el Govern le clava una cuchillada de aúpa. Y no uno cualquiera.

Juan Francisco Gálvez se presentó ante el juez de guardia el pasado jueves, y rajó que no veas. El corrupto confeso y ´arrepentido´ denunció que el expresidente fue quien le ordenó en 2006 el pago de 120.000 euros públicos, mediante facturas falsas, al empresario y exconcejal del PP en Calvià Jesús García Oeo, esposo de la también edil Teresa Martorell.

Gálvez irá ahora a la cárcel, tras haberse conformado con una pena de tres años por el saqueo en el consorcio Turismo Joven, que dependía de él, pero con su nueva confesión pone en un serio aprieto a Matas. El expresidente deberá afrontar una nueva causa penal por prevaricación y malversación de caudales públicos, que puede resultarle letal si finalmente sale condenado.

Gálvez es conocido por haber sido el director general de Juventud durante el Govern Matas; también fue el número 3 de Nuevas Generaciones (NNGG) del PP balear, aunque a sus actuales dirigentes les haya pegado un profundo ataque de amnesia (llegaron a ovacionarle en un acto público pese a estar ya imputado como cabecilla de la trama corrupta en Turismo Joven).

Pero con tan solo 19 años, Gálvez fue aupado al puesto de mayor enjundia de todo su currículum: El 13 de abril de 2004, Matas le nombró uno de sus cuatro secretarios personales; un cargo que no ocupaba cualquiera.

Cierto es que la entonces joven promesa del PP prácticamente no se estrenó en el Consolat, ya que enseguida solicitó prorrogar su excedencia como funcionario de la Comunidad Autónoma, para seguir dedicándose a sus tejemanejes políticos (ya hemos visto ahora cómo le cundieron). Lo importante para Gálvez es que su ascenso a mano derecha de Matas le supuso automáticamente consolidar al máximo su categoría laboral como auxiliar administrativo, lo que traducido en euros significó 240 más al mes sobre su sueldo base.

En julio de 2007, tras regresar al poder Xisco Antich, el socialista destituyó del cargo de confianza a Gálvez, que fue recolocado como jefe de negociado en el IB-Salut. La condena supondrá la pérdida definitiva de su plaza funcionarial.

El exsecretario personal de Matas ha entregado a la Justicia la cabeza del que fue su jefe días antes de sentarse en el banquillo por Turismo Joven. Sin embargo, el fiscal le mantiene la petición de tres años de prisión. Claro que teniendo en cuenta quién es el letrado de Gálvez, el inquieto Tomeu Vidal, quizás nos perdemos la letra pequeña.

El Consell actualiza al fin su web

El Consell de Mallorca ha actualizado su web oficial, en la que -por ejemplo- hasta hace poco todavía aparecía Miquel Rosselló (foto incluida) como vicepresidente. Ayer en el pleno insular tenía que debatirse una moción de la coalición Més per Mallorca precisamente para instar al gobierno del PP a revisar los contenidos de la página y tenerla al día en todo momento.

La propuesta se retiró ante la ausencia del conseller responsable, si bien Magdalena Palou quiso dejar constancia de lo llamativo de que errores como el de Rosselló ya estuvieran subsanados antes de tratar el asunto en pleno. Suerte que los de Més hicieron una captura de pantalla a tiempo, con la que el PP no les habría podido desmentir.

Por cierto, que el PSOE y Més registrarán hoy una solicitud para convocar un pleno extraordinario y reprobar a la presidenta María Salom por su actitud en la última asamblea de alcaldes, centrada en el TIL.