El PP impuso ayer su mayoría absoluta para aprobar en el Parlament el decreto ley por el que el TIL comenzará a aplicarse este curso a pesar de la suspensión ordenada por el TSJIB al Govern. Tras una larga sesión plenaria marcada por el conflicto educativo, la validación del decreto ley fue el último punto del orden del día, cuando los miles de manifestantes concentrados a las puertas del Parlament ya se habían marchado. Hasta entonces, sus gritos y lemas fueron el sonido de fondo sobre el que se desarrollaron los debates. No obstante, un grupo de docentes siguió el pleno desde dentro de la Cámara, observando como el enfrentamiento entre PP y oposición se endurecía con los representantes del PSOE y Més pidiendo la dimisión de la consellera Joana María Camps y emplazando al president del Govern, José Ramón Bauzá, a retirar el decreto de trilingüismo y negociar una solución al conflicto.

Dado que los decretos ley están previstos para dar respuesta a situaciones urgentes, Camps argumentó que tanto los "medios humanos como materiales" ya estaban preparados para comenzar el curso con el TIL y, de no hacerlo, "hubiera provocado perturbaciones al interés general". A su juicio, "nunca un decreto ley fue tan urgente y necesario", una opinión recibida con abucheos por parte de la oposición. La consellera dejó clara la postura inamovible del Govern al afirmar que el TIL "no está en discusión y es plenamente vigente, con una implantación realista, progresiva y flexible"

"Con este decreto ley están haciendo una carnicería jurídica", replicó a Camps la líder el PSOE, Francina Armengol, quien acusó al Govern de pretender "imponer manu militari lo que la gente le ha dicho que no quiere" y emplazó a Bauzá a negociar. "Si no crea espacios de diálogo, sólo deja como salidas las protestas y los juzgados", advirtió al president. Para Biel Barceló, portavoz de Més, el Govern ha perdido "el sentido de la realidad" y está "en manos de fanáticos". Al igual que Armengol emplazó a Bauzá a retirar el TIL y asumir personalmente la responsabilidad de dialogar con la comunidad educativa. "Si no lo hace, ya no será el president de todos los ciudadanos de Balears, sino sólo el de una minoría del Círculo Balear", afirmó.

Aunque desde la oposición fueron sus principales líderes quienes defendieron el rechazo al decreto ley, y a pesar de sus constantes alusiones a Bauzá, el president no subió a la tribuna a defenderlo, una tarea que dejó en manos de Camps. "Es una vergüenza que no de la cara", espetó Armengol a Bauzá a quien responsabilizó del grave conflicto educativo por su "obsesión" y "fobia" contra el catalán y su deseo de "sumar puntos en Madrid".

Armengol y Barceló resaltaron los recortes en la educación que ha efectuado el Govern como réplica a la argumentación del PP de que el TIL responde al deseo de aumentar la calidad educativa, ante el gran fracaso escolar que registra Balears, y recordaron que durante los ejecutivos del PP se produjo un gran abandono escolar. La popular Aina Aguiló contestó que "abandono y fracaso escolar son dos cosas distintas" y que con el PP "hubo abandono escolar porque este va ligado a la situación económica y cuando gobierna el PP hay bonanza económica". Aguiló fue mucho más agresiva hacia la oposición que Camps. "Nosotros no movilizamos ni gritamos, nosotros dialogamos", espetó a PSOE y Més. Además, sostuvo que "ha habido profesores a los que se les ha obligado a ponerse la camiseta verde" y a los que "algunos directores de centros no les han dejado dar clase, obligándoles a hacer huelga".

Antes del debate para la validación del decreto ley del TIL, el turno de preguntas al Govern también estuvo protagonizado por el conflicto educativo, entre ellas las que dirigieron Armengol y Barceló a Bauzá. El president acusó a la oposición de ser "profesionales de la agitación" y de "pretender ganar en la calle lo que no ganaron en las urnas". Para Bauzá, la política educativa del Govern se basa en "la libertad y la elección" frente a la "imposición e inmersión lingüística" que a su juicio defienden PSOE y Més. "Haremos todo lo posible para mejorar el sistema educativo de Balears porque tenemos la legitimidad de las urnas", afirmó.

La contestación de Armengol fue contundente: "Deje de hacer de pirómano y empiece a ejercer de president para solucionar el conflicto". Barceló aún fue más duro en sus calificativos al president, al que definió como "un iluminado encerrado en el Consolat de Mar con asesores mediocres y fanáticos y sin escuchar a los ciudadanos". El líder de Més, además, acusó a Bauzá de provocar "una guerra con toda la comunidad educativa".

El conflicto educativo marcó incluso los debates sobre otros asuntos. Así, en el de la aprobación definitiva de la Ley Audiovisual balear, Cosme Bonet (PSOE) criticó la información de IB3 sobre la huelga de docentes. "Es una vergüenza que medios nacionales privados le den mejor cobertura", afirmó. La Ley Audiovisual se aprobó con los votos del PP, mientras que la oposición votó en contra de los puntos en los que los populares no aprobaron sus enmiendas.