La asamblea de profesores celebrada ayer en Inca dejó claro su objetivo: "alargar" la huelga mientras el Govern no acepte sentarse a negociar su proyecto educativo. Tras más de una semana de paros con elevados índices de participación, los docentes acordaron fijar turnos a la hora de formar parte de los servicios mínimos decretados por la conselleria de Educación con el fin de que todos puedan cobrar parte de la nómina (aunque eso suponga reducir los niveles de apoyo) y comenzar a utilizar la caja de resistencia en aquellos centros en los que la participación del personal en los paros comience a ser insuficiente para paralizar la actividad en las aulas.

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En este sentido, el portavoz de la Assemblea de Docents, Guillem Barceló, estimó que solo con que entre un 30% y un 40% de los profesores sigan negándose a trabajar es posible bloquear la actividad en la mayoría de los centros escolares.

Igualmente, en aquellos colegios e institutos en los que sea posible, se va a buscar la colaboración de los padres para mantener la protesta, fijando días en los que estos no llevarán a los niños a las aulas para que el profesorado pueda incorporarse a sus puestos, pero sin alumnos a los que impartir clase. La decisión adoptada es que estos ´paros´ de las familias se produzcan preferentemente los jueves y los viernes.

En cualquier caso, ayer comenzaron a oírse las primeras voces de profesores que no ocultaban su temor a perder el respaldo de los padres si el conflicto se prolonga más allá del próximo día 30.

Por, su parte, la conselleria de Educación ha convocado una reunión con los sindicatos para mañana, pero en el orden del día se incluye solo la negociación de la aplicación del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) para el próximo curso 2014-2015, pero no para el actual, además de otros puntos que ya había puesto sobre la mesa como la formación del profesorado del TIL, las condiciones laborales de los docentes y un nuevo pacto de interinos.

La decisión adoptada por los sindicatos STEI y CC OO es ceder uno de sus puestos en esa reunión a representantes de la Assemblea y exigir al Govern que convoque una reunión con el comité de huelga para tratar aspectos como la demanda de retirada del TIL durante el curso que acaba de comenzar, respetando así la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Balears de aplazarlo, y que se retiren los expedientes abiertos a tres directores de centros menorquines, entre otros.

Aunque para hoy se espera un nuevo impulso en el seguimiento de la huelga con la convocatoria de una protesta ante el Parlament, durante el día de ayer se mantuvo la tónica descendente. En concreto, los sindicatos cifraron este apoyo en un 46,2% de los profesores que no están afectados por los servicios mínimos (hay que tener en cuenta que un 30% de los docentes está obligado a acudir a su puesto), muy lejos ya del 91% que se rozó durante la primera jornada de la protesta.

Por su parte, el Govern aseguró que el respaldo a la huelga se había limitado ayer a un 9,5% del total del colectivo docente. En el caso de la educación pública, esa tasa se cifra en un 12,3%, mientras que en la concertada se reduce a un 1,8%.