Todo son risas hasta que se diagnostican lesiones o alteraciones en la medula espinal. El óxido nitroso, más conocido como ´gas de la risa´, es una droga anestésica que se venía comercializando y suministrando en algunos locales de ocio nocturno. Su consumo tiene lugar mediante inhalación de globos, que rellenan los suministradores con aerosoles, y su primer efecto es la euforia, como si de una borrachera instantánea se tratara, aunque luego puede generar problemas en el sistema nervioso y en las células sanguíneas y pulmonares. Motivos suficientes para que Salud haya iniciado el procedimiento para prohibir su comercialización.

Mediante actuaciones conjuntas entre la dirección general de Salud Pública y Consumo y la Policia Local de Calvià, se detectaron en diversos locales la dispensación a sus clientes de esta sustancia recreativa y anestésica, contenida en globos inflados que permitían la inhalación directa. En total, los inspectores de Salud y de la Policía Local de Calvià interceptaron en varios locales nocturnos de este municipio 75 botellas tipo sifón, 9.763 globos de látex, 3.3561 cápsulas llenas que contenían óxido nitroso y 1.770 cápsulas ya vacías. A estos establecimientos se les ha requerido el cese de su actividad.

De este modo la dirección general de Salud pública y Consumo, por el riesgo que supone el óxido nitroso o ´gas de la risa´ para la salud de los consumidores, ha decidido iniciar el trámite para prohibir su suministro y comercialización. Ya en 2010, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil alertó del incremento del consumo de esta sustancia en zonas de ocio nocturno de Eivissa, donde ya ese año se detuvo a cuatro personas por traficar con esta sustancia. Precisamente, este año 2013 en Eivissa, el pasado mes de junio, se interceptaron en el Paseo Marítimo de Sant Antoni más de un millar de ampollas de óxido nitroso.

El alcohol multiplica sus efectos

Los efectos del óxido nitroso pueden verse incrementados si las personas que lo inhalan lo hacen combinándolo con altas dosis de alcohol, que actúa como multiplicador, y, según se alerta desde la dirección general de Salud Pública, aumenta el riesgo de accidentes. Ya en 2003, en el inicio de su consumo mundial, médicos neozelandeses hablaron de sus riesgos en la revista médica especializada The Lancet, en la que advirtieron de los peligros de su reiterada inhalación sobre todo en los tejidos y células del sistema nervioso. Por todo ello, ahora las autoridades pretenden evitar su consumo, al alza en los últimos años en las zonas de ocio de las islas.