Balears ha soportado durante este verano una presión humana sin precedentes: el pasado 8 de agosto el territorio isleño acogió a 1.959.127 personas, lo que supone un nuevo récord, según el indicador que facilita la dirección general de Economía y Estadísticas del Govern. La cifra, en opinión del catedrático de Geografía Humana de la UIB Pere Salvà, resulta insostenible.

Según el citado indicador de presión humana, la media de personas que durante el mes de agosto se encontraban en el archipiélago fue de 1.893.986 , pero el día 8 se alcanzó la punta antes señalada. El récord anterior databa del 10 de agosto de 2011, con 1.889.078 individuos. Hay que señalar que durante este siglo este máximo ha ido creciendo año tras año con una única excepción, en agosto de 2009, verano que se caracterizó por los malos resultados turísticos.

Respecto a agosto de este año, el día con menor presión humana fue el 31 (algo habitual en cada ejercicio) con 1.753.277 personas.

Según Pere Salvà, el problema radica en que semejantes cifras resultan insostenibles por el consumo de recursos naturales que generan, como en el caso del agua, especialmente durante un verano que se ha caracterizado por las elevadas temperaturas. Pero a ello añade cuestiones como la demanda eléctrica y la generación de residuos, o el colapso de algunas infraestructuras, como puede ser la red viaria. Igualmente, apunta la saturación de algunos servicios públicos, especialmente en un momento en que éstos se ven notablemente afectados por los recortes.

Según el catedrático de la UIB, a lo expuesto hay que sumar un factor agravante: este consumo de recursos ni siquiera se ve compensado desde el punto de vista económico, como se refleja el que el incremento de la contratación en verano ha sido mínimo y la rentabilidad conseguida ha sido baja, especialmente en sectores como el comercio.