El decreto de garantía de demora, implantado en el año 2006 por un Govern del PP, fue derogado ayer por otro. Este decreto estipulaba que todo usuario de la sanidad pública balear que esperara más de seis meses para pasar por el quirófano y más de dos para ser atendido por el especialista, podría acudir a un centro sanitario privado y remitir después la factura de su atención al Servei de Salut.

Fuentes de la Conselleria explicaron que, con la derogación del decreto de garantía de demora balear, ahora esta comunidad aplicará el acordado a nivel estatal en el Consejo Interterritorial de Salud celebrado el pasado mes de junio. En éste se especifica que sólo se dan garantías de demora para ser operado (en caso de que igualmente la espera sobrepase los seis meses) a cinco procesos quirúrgicos: dos patologías cardiacas, la operación de cataratas y las prótesis de cadera y de rodilla.

Ahora, según fuentes de la propia Conselleria, se darán un plazo de cuatro meses para decidir si en Balears se incrementan las patologías que se beneficiarán del decreto de garantía o si mantienen las estipuladas para todo el país.

En el decreto derogado ayer, el Servei de Salut de las islas avalaba este tiempo de espera máximo en todas las intervenciones excepto en los trasplantes de órganos por cuestiones obvias, en las operaciones para paliar la obesidad mórbida y en aquellas cirugías reparadoras con finalidades estéticas.

Según las últimas cifras facilitadas por Salud, correspondientes al cuarto trimestre de 2011, en aquellos momentos había 466 que podrían acogerse a este decreto, por entonces en vigor, por llevar más de seis meses esperando quirófano. Asimismo, otras 21.945 personas podrían hacerlo en la modalidad de visita al especialista, ya que todas ellas llevaban más de 60 días aguardando cita en consultas externas.

La conselleria de Salud no pudo responder ayer cuántas de estas personas se habían acogido a este derecho y si este hecho había sido el desencadenante de su derogación en Consell de Govern.