La mayoría de los bares y restaurantes consultados por este periódico reconocen que la mitad de su clientela es fumadora. Esta situación hace que teman la pérdida de clientes consolidados por la aplicación de la nueva Ley Antitabaco.

La casi totalidad de establecimientos de restauración de las islas tenían permisividad para las personas con el hábito del fumar. Esta situación implicará un cambio drástico de actitud y los restauradores temen perder un número importante de sus clientes fumadores.

Un ejemplo claro de ello es el restaurante Can Nofre de la calle Manacor de Palma donde aseguraron que el 80% de los clientes que diariamente acuden a su establecimiento son fumadores.

Algunos establecimientos también recriminaron que cuando en 2006 entró en vigor la primera Ley Antitabaco realizaron una inversión para delimitar una zona de fumadores que ahora no les servirá.