El responsable de Obras del Consell, Antoni Pascual, afirmó ayer que la institución insular trabaja con el objetivo de que en enero de 2010 esté listo el proyecto definitivo para los accesos al hospital de Son Espases, con el fin de adjudicarlos de inmediato para que las obras hayan finalizado en octubre, fecha prevista para la apertura del nuevo centro hospitalario. Precisó que se están analizando alternativas y "si hay alguna propuesta que suponga una mejora, será la que se elija, siempre por consenso con Govern y Cort".

Pascual efectuó estas declaraciones durante la presentación del plan de carreteras consensuado entre los socios del Pacto, con la previsión de aprobarlo en el pleno del Consell del 3 de diciembre. La presidenta de la institución, Francina Armengol, aseguró que el documento cuenta con el respaldo de todos los socios del Pacto, incluyendo a Esquerra que la pasada semana, tras cerrarse un principio de acuerdo, consideró que aún no reunía las condiciones para dar su visto bueno.

Armengol resaltó que el plan elimina los proyectos de autovías y autopistas y los sustituye por "desdoblamientos" de acuerdo con criterios de "sostenibilidad" y de necesidades. Los desdoblamientos entre Manacor-Sant Llorenç, Peguera-Andratx y Llucmajor-Campos, que no figuran en el convenio viario con el Gobierno central, se realizarán en la segunda fase del plan, entre los años 2017 y 2024.

Entre las modificaciones introducidas en el plan que se aprobó inicialmente hace un año, están la eliminación de las variantes de Bunyola, Santa Margalida y s´Estanyol-Sa Ràpita, así como la de la duplicación de calzada entre Andratx y Port d´Andratx, la carretera interior de la Bahía de Alcúdia y el tercer cinturón de Palma.

En cuanto al tercer carril de la Vía de Cintura y otros accesos a Palma, Pascual explicó que los proyectos empezarán a redactarse en enero para que comience su ejecución en la segunda mitad de 2010. El acuerdo contempla que las obras de acondicionamiento de la red secundaria de Mallorca se efectuarán siguiendo criterios que impliquen una reducción de la velocidad máxima a 70 kilómetros por hora.