Las modificaciones del Plan de Carreteras de Mallorca que el Pacto ha negociado han generado el malestar de la mayoría de los alcaldes afectados, ya sea por la supresión de algunos proyectos, por los plazos que se han marcado para la ejecución de las obras, y muy especialmente por el hecho de estar tomando decisiones desde el Consell de Mallorca sin al menos consultar previamente a los Ayuntamientos.

Uno de los casos más emblemáticos es el del alcalde de Campos, Guillem Ginard, cuyo descontento resultaba ayer evidente pese a militar en UM, uno de los partidos que ha negociado las reformas. Aunque no cuestionó que la mejora del eje Llucmajor-Campos consista finalmente en un desdoblamiento en lugar de convertirse en autovía –"aunque hay que hacer algo porque lo que cuenta es la seguridad de los conductores", según advirtió–, sí criticó la supresión del plan de la ronda sa Ràpita-s´Estanyol, al considerar que es una iniciativa fundamental para descongestionar una primera línea que sufre un excesivo volumen de tráfico, lo que a su vez condiciona la futura construcción de un paseo marítimo. Además, recordó que su Consistorio había realizado ya las expropiaciones para desarrollar esta obra.

Esta crítica por la falta de consultas es esgrimida también por los alcaldes de Manacor e Inca (PP), Antoni Pastor y Pere Rotger respectivamente. El primero califica de "sorprendente y decepcionante" que se modifique el plan de carreteras sin haber consultado previamente a los alcaldes afectados, aunque admite que en su caso las reforman no tienen efectos sustanciales. Además, califica de especialmente grave el que los partidos del Pacto tengan constantes dificultades para ponerse de acuerdo. En términos similares se expresa el primer edil de Inca, el cual reconoce que no es urgente dotar de un tercer carril el tramo de la autopista entre Inca y Santa Maria, pero considera "impresentable" que tras dos años y medio al frente del Consell todavía haya problemas para ponerse de acuerdo, y además sin hablar con los Consistorios.

El alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós (GISC), lamenta que el posible desdoblamiento de la vía que enlaza esta población con Manacor no se vaya a poner en marcha al menos hasta 2017, al opinar que esta obra, o al menos la construcción de una vía de servicio, debe ponerse en marcha urgentemente por una simple cuestión de seguridad de los conductores, dada la gran cantidad de accesos a fincas con que cuenta y los vehículos agrícolas que circulan en esta zona.

También expresó su descontento el primer edil de Artà, Rafael Gili (UM), por el hecho de que la ronda sur no se vaya a iniciar hasta 2017, cuando es un proyecto que puede tener efectos positivos para su municipio, pero muy especialmente por el hecho de que no se le haya realizado ninguna consulta.

El alcalde de Bunyola, Jaume Isern (PP), indicó que esta población no necesitaba dos rondas, pero cuestionó que se hayan suprimido ambas sin presentar una propuesta alternativa para desviar el tráfico y lamentó que no se haya buscado el consenso con el Ayuntamiento. Por contra, aplaudió la supresión del tercer cinturón de Palma.

Frente a estas críticas, la alcaldesa de Andratx, Isabel Alemany (UM), destaca su apoyo a la decisión de apostar por el desdoblamiento a partir de 2017 del eje con Peguera, en lugar de convertirlo en autovía, al señalar que es una obra innecesaria, y apuesta por actuar en los puntos negros.

También el primer edil de Felanitx, Gabriel Tauler (PP), aplaude que se haya retirado el proyecto de variante sur, al haber sido una reivindicación del Pleno municipal, una postura similar a la mantenida por su homólogo en Santa Margalida, Martí Torres (PP), el cual recuerda que también su plenario acordó que no se ejecutara la variante prevista en esta población.

Por su parte, de momento no se definen los alcaldes de Sineu y de Alcúdia, Josep Oliver (PP) y Miquel Ferrer (UM), el primero porque el proyecto de su variante sigue pendiente de acuerdo y el segundo a la espera de analizar la supresión de la carretera interior de la bahía.

Finalmente, el GOB ha puesto en marcha una campaña por internet contra el plan de carreteras para hacer llegar la oposición popular al Govern y al Consell de Mallorca.