La violencia de la policía marroquí en la represión de una manifestación estudiantil pacífica en la universidad de Marrakech le costó el ojo a la activista saharaui Soultana Khaya. Su historia no pasó desapercibida y la joven recibió tratamiento gratuito en una clínica de Barcelona. Una terapia de más de un año de duración que puede resultar inútil tras el arresto domiciliario en la localidad de Bojador al que han sometido las autoridades marroquíes a la joven, que no ha podido completar su tratamiento en la Ciudad Condal por esta causa.