Un total de 36 particulares de Balears se declararon el año pasado en concurso de acreedores ante la imposibilidad de continuar con su negocio o hacer frente a sus deudas, de los cuales 35 eran personas sin actividad empresarial y uno era autónomo. Una cifra cuatro veces mayor al número de insolvencias judiciales que se presentaron en 2007, cuando nueve personas se acogieron a estos procedimientos, motivadas por la actual situación de crisis económica.

Así se desprende de los datos del Registro de Economistas Forenses (Refor) y que revelan, no obstante, que las islas son una de las comunidades autónomas con menos procedimientos concursales presentados por particulares. En concreto, durante el primer trimestre se declararon en concurso de acreedores dos particulares, un total de siete en el segundo, once en el tercero, y 15 en el último.

Desde 2004, año en que entró en vigor la Ley Concursal, se han presentado en el archipiélago más de 230 suspensiones de pagos, mientras que en relación con las personas sin actividad empresarial han recurrido a los procedimientos concursales, fueron más de 60 las que se han declarado insolventes.