Ralf Schürmann, el arquitecto alemán que en 2005 diseñó el velódromo palmesano Palma Arena y que fue destituido en marzo del 2006 de la dirección de las obras, no quiso ayer, tras su comparecencia en el juzgado de instrucción 3, hacer muchas declaraciones a la prensa.

Schürmann, probablemente advertido por el juez José Castro de que la causa está bajo secreto sumarial, únicamente accedió a contestar brevemente a dos o tres preguntas mientras abandonaba con prisas el edificio judicial.

Una periodista alemana le preguntó si es cierto que reclama cuatro millones de euros al Govern por trabajos realizados en el Palma Arena y que aún no ha cobrado. "El tema de mi deuda con el Govern es algo que todavía hay que mirar", contestó el arquitecto alemán con evasivas.

Citarlo otra vez

Ralf Schürmann sí que reconoció que su declaración había sido satisfactoria: "Estoy contento de cómo me ha ido ante el juez", explicó el apresurado testigo.

Las casi tres horas en que Ralf Schürmann estuvo ayer deponiendo ante los investigadores del caso Palma Arena fueron fructíferas, pero, al parecer, no bastaron para aclarar un asunto tan complejo como la génesis y construcción del velódromo.

Ayer no se descartaba que el técnico alemán tenga que volver a comparecer como testigo otra vez en Palma.