La presidenta del PP balear, Rosa Estarás, afirmó ayer que el primer año de Govern con el socialista Francesc Antich al frente se ha caracterizado por una "inacción" que ha conducido a Balears a una situación de "progreso regresivo", mientras que la única salida del Ejecutivo ha sido la "constante crítica" al anterior Govern del PP para esconder así la actitud de "brazos cruzados".

Estarás resumió en diez aspectos el "negativo balance" de la gestión del Govern durante el primer año de legislatura. Su decálogo va desde la "paralización de grandes proyectos" a la "falta de capacidad para reaccionar ante problemas e imprevistos, como la crisis económica negada durante meses". Junto a ello, sostuvo que "se ha priorizado el reparto de cuotas entre los partidos" de tal manera que este primer año ha estado marcado "por las convulsiones internas y no por la solución a los problemas de los ciudadanos".

La "conflictividad laboral", la "paralización de las principales inversiones", la "nula capacidad de influencia ante Madrid" para exigir las inversiones necesarias, el "incumplimiento de las promesas electorales" y la "acción del Govern anti PP" completan un decálogo coronado por "la incapacidad para afrontar la crisis económica".