El director de la asociación balear de constructores, Manuel Gómez, destacó la esperanza existente de que la pérdida de empleos sea la menor posible con la búsqueda de actividades alternativas a la construcción de nuevas viviendas, ya sea mediante proyectos de edificaciones no residenciales, obra pública y actuaciones relacionadas con la rehabilitación. Gómez rechazó la posibilidad de volver a una cifra de trabajadores similar a la que se daba hace diez años en el sector debido al fuerte crecimiento poblacional que se ha dado en el archipiélago y a las necesidades de pisos e infraestructuras que ello conlleva.